Marko Cortés, convencido de que Mario Riestra debe ser el candidato del PAN en la capital

Hace un par de semanas el panista Mario Riestra Piña habría sido notificado de que tiene el visto bueno de la dirigencia nacional del PAN para ser el próximo candidato a la alcaldía de la ciudad de Puebla, por ser el mejor calificado en las encuestas y contar con su propia estructura de promoción personal. Sin embargo, eso no significa que ya esté definida su nominación, pues todavía debe pasar dos aduanas en donde se podría frenar o obstaculizar su tránsito a la postulación albiazul.

Marko Cortés, el presidente nacional del PAN, estuvo en Puebla el pasado 21 de septiembre y fue muy significativo que antes de acudir a un acto oficial de la dirigencia estatal del partido en Puebla, encabezada por Augusta Valentina Díaz de Rivera, se reuniera a comer con Mario Riestra y Jesús Zaldívar Benavides, el líder panista en la capital.

Ahí en ese encuentro privado, Marko Cortés le habría externado al diputado federal Mario Riestra que desde la cúpula nacional del partido de la derecha se le ve como el único aspirante fuerte para competir por el gobierno de la capital del estado.

Incluso Cortés le habría dejado entrever la posibilidad de que el próximo 15 de octubre, al acudir al segundo informe de gobierno del actual edil de la capital, Eduardo Rivera Pérez, podría hacer un abierto pronunciamiento a su favor pidiendo que se construya la unidad de las diferentes corrientes panistas en torno a su posible candidatura.

Pareciera entonces que a Mario Riestra se le han “alineado los planetas” a su favor y que está a unos pocos pasos de “amarrar” la candidatura, que ha venido trabajando desde hace tres años. Sin embargo, eso no es así, ya que todavía pisa “un terreno pantanoso” que podría hundir sus pretensiones de convertirse en el quinto alcalde de origen panista de la ciudad de Puebla.

Algunas de las encuestas más importantes que se han levantado en el municipio de Puebla arrojan que del lado Frente Amplio por México (FAM), que agrupa al PRI, al PAN y el PRD, solamente hay dos figuras competitivas: el panista Mario Riestra Piña y la priista Blanca Alcalá Ruiz, quien fue la primera mujer en ser edil de la capital.

Los sondeos indican que en el FAM el personaje más conocido es Blanca Alcalá, en mucho por “el buen sabor de boca” que dejó su gobierno, que duró entre los años 2008 a 2011.

El problema es que el descrédito de la marca PRI, que para el grueso del electorado es sinónimo de corrupción y autoritarismo, hunde a Blanca Alcalá en el índice de intención del voto, de tal manera que es superada por Mario Riestra por más de 20 puntos, lo que convierte al panista con le medición más alta en este rubro.

Los cuatro aspirantes mejor posicionados para competir por el gobierno de la ciudad de Puebla –hasta ahora— son los morenistas Alejandro Carvajal Hidalgo, Iván Herrera y Olivia Salomón Vivaldo, que marchan en el primero, segundo y cuarto lugar de las mediciones, respectivamente. Mientras que Riestra está en el segundo lugar, con una tendencia fuerte de acercarse a Carvajal Hidalgo.

Fuera de Riestra, en el FAM solamente aparece la legisladora Ana Teresa Aranda Orozco, quien es una de las líderes históricas del PAN, entre el grupo de los suspirantes con posibilidades reales de obtener la postulación.

¿Entonces qué es lo que podría imposibilitar la postulación de Mario Riestra? Son dos los obstáculos que enfrenta:

Primero: el PRI, que es encabezado en el estado por Néstor Camarillo Mediana, no ha quitado “el dedo del renglón” de exigir que la candidatura del FAM para alcalde de la capital debe ser para un político de militancia priista, como parte del reparto de posiciones que debe existir en esa coalición.

El reclamo priista tiene su origen en que, hace tres años, Eduardo Rivera le propuso al PRI que en 2024 la candidatura de la capital sería para el tricolor como parte de una coalición de partidos de oposición que nació en los comicios de 2021 y que se alista para competir por la gubernatura del estado el próximo año.

Aunque dirigencia estatal del PAN han buscado desbaratar esa promesa, con base a los resultados de los sondeos que miden las tendencias electorales, el PRI sigue insistiendo en que le toca tener la segunda posición más importante –a nivel local— que estará en juego en los comicios del año entrante, como condición para mantener vivo el FAM. Sobre todo, porque al Partido Acción Nacional le correspondería la candidatura a la gubernatura del estado en la figura de Eduardo Rivera.

En ese sentido, el PRI no quiere ceder ese espacio y mucho menos acepta a Mario Riestra Piña como su posible candidato.

Segundo: Mario Riestra tiene a su favor a la dirigencia nacional del PAN, las encuestas que se han levantado en la capital y la simpatía de la militancia panista de la capital. Lo que no tiene garantizado es el apoyo del Yunque y de la disidencia del albiazul, encabezada por Genoveva Huerta Villegas.

Entre los panistas hay una máxima: “Si no hay unidad en el partido, de nada sirve ir en el primer lugar de las encuestas”.

Esa expresión es resultado de que cuando el PAN no se cohesiona, son los propios panistas los que generan el llamado “fuego amigo” contra los candidatos albiazules y que en varios comicios, ha sido un factor importante de derrotas electorales.

Hasta ahora el Yunque, que es la organización de extrema derecha que controla la vida interna del PAN, no ha dado el visto bueno a Riestra Piña para ser el candidato de la Angelópolis, por el simple hecho de que el legislador no es yunquista.

La apuesta original del Yunque era impulsar al ex presidente de Coparmex y actual regidor del PAN, Carlos Montiel Solana, como candidato ciudadano a la alcaldía de la capital. El empresario nunca creció en popularidad y se ha descartado como posible abanderado.

Otras dos opciones de los yunquistas es Ana Teresa Aranda y le legisladora local Mónica Rodríguez Della Vecchia.

Ana Tere Aranda siempre ha sido una buena candidata, a lo largo de las tres últimas décadas, pero en esta ocasión no le favorecen los sondeos de opinión pública y carece de una estructura electoral.

Mientras que Rodríguez Della Vecchia no aparece en un lugar relevante en las encuestas que han medido la intención del voto.

En ese sentido el reto de Riestra es convencer al sector duro de la derecha en Puebla, el Yunque, de que lo acepten como abanderado; y conciliar con el grupo de Genoveva Huerta Villegas, con el que es complicado dialogar y llegar a acuerdos.

 
clh