La gira de Ebrard ha sido la peor de todas las actividades de los presidenciables en Puebla

Marcelo Ebrard Casaubón, en su visita de este domingo a Puebla, como siempre ocurre con él supo cautivar a sus audiencias con intervenciones concisas, claras y convincentes. Pese a que arrebató muchos aplausos, su equipo de campaña –encabezado por Juan Carlos Natale— le hizo pasar una mala jornada al aspirante de la 4T, ya que sus actos lucieron desairados y la organización estuvo plagada de yerros. Por eso el precandidato presidencial en varias ocasiones le vio molesto e incomodo.

El periplo del excanciller, de este fin de semana, tal vez ha sido la peor gira –realizada en Puebla– de todas las “corcholatas”, quitando a Manuel Velasco del PVEM, cuyo proselitismo es solo testimonial. Los otros aspirantes Claudia Sheinbaum Pardo, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila y hasta Gerardo Fernández Noroña, no han tenido tropiezos como el de Ebrard, que no logró reunir a las audiencias programadas.

Hasta ahora el mayor contratiempo parecía ser el de Adán Augusto López, que el pasado 10 de junio, por una torpeza mayúscula del equipo de campaña de Ignacio Mier Velazco, se convocó a un acto en Tecamachalco bajo un intenso calor del medio día, lo cual provocó que cientos de personas abandonaran el evento y el discurso del ex secretario de Gobernación se redujera a menos de 7 minutos. Aún así ese día se logró reunir a miles de asistentes.

Lo que pasó el domingo con Ebrard parece tener dos explicaciones:

Primera: pereciera que empieza a ver cierto desánimo en el equipo de Ebrard, por lo menos en Puebla, de que no se le ve que –por ahora—esté poniendo en riesgo al liderazgo que tiene Claudia Sheinbaum en todas las encuestas que miden la popularidad de los aspirantes presidenciales.

Hasta ahora –faltando mes y medio de proselitismo– el panorama es el siguiente:

Sheinbaum Pardo ya no ha crecido en las encuestas, pero mantiene una fuerte ventaja en la contienda interna de la 4T y en general, en las proyecciones de la intención del voto rumbo a la elección de 2024.

Ebrard está creciendo en las encuestas, pero no al ritmo que se esperaba. Su ascenso es lento y no tiene el dinamismo suficiente para alcanzar y emparejarse con Claudia Sheinbaum.

Adán Augusto López Hernández resultó ser un fisco como aspirante, ya que está muy alejado de los punteros de la contienda y en algunas encuestas, ya lo alcanzó Gerardo Fernández Noroña, a quien le va muy bien en el proceso interno de Morena, ya que el diputado federal del PT no busca ser el candidato presidencial, sino garantizar un lugar destacado en el Congreso de la Unión en la siguiente legislatura federal.

Ricardo Monreal de igual manera, no está buscando ganar la contienda morenista, sino tener un potencial electoral que le permita negociar posiciones políticas para el próximo sexenio, como ser el candidato al gobierno de la Ciudad de México o hacer gobernador de Puebla a su pupilo, Alejandro Armenta Mier. Y los números que tiene en los sondeos no son malos para buscar sus propósitos.

Segunda explicación: como algunos operadores políticos no ven –a estas alturas—un repunte de Ebrard, hicieron lo que se hacen en muchas campañas, no gastar el dinero que les dieron para la movilización de asistentes. O mejor dicho, se habrían “clavado la lana” destinada para reunir a la gente programada para los eventos realizados en la ciudad de Puebla y en San Martín Texmelucan.

Un movilizador confesó a este tecleador: le pidieron llevar a un mínimo de entre 80 y 100 personas, pero nunca le dieron el dinero prometido, únicamente congregó a 20 asistentes, para “no quedar mal”.

Otro dato interesante: todos los equipos de “las corcholatas”, quietando a Fernández Noroña y Velasco, están usando a los mismos movilizadores para llenar los auditorios en las visitas de cada uno de los aspirantes de la 4T. Y con cada uno de ellos, responden de acuerdo con la disposición de recursos económicos. Bueno eso es lo que dicen en platicas informales.

Agenda accidentada

Marcelo Ebrard inició su gira con un dialogo con directores y columnistas de medios de comunicación, en un hotel del Paseo de San Francisco. Primero la cita fue a las 9:15 de la mañana para iniciar la platica a las 10. De última hora, se cambió el horario y se estableció que el ingreso al salón era a las 10 horas, para iniciar a las 11. Ahí se vio al aspirante de buen ánimo. Se tuvo el tino de que se invitaron a periodistas del interior del estado.

Luego había una rueda de prensa, para la cual exigieron a los reporteros registrarse electrónicamente dos días antes. Les marcaron 12:40 la hora de llegada y 1:20 de la tarde, el inicio del evento, en un salón del Centro de Convenciones. La conferencia arrancó hasta las 2:30 de la tarde, en donde se veía molesto y apresurado a Ebrard.

A los periodistas, al final los hicieron registrarse otra vez en una improvisada libreta de escuela y no siquiera tenían una silla para sentarse durante la ronda de preguntas y respuestas. Muchos acabaron molestos por las descortesías.

En el Foro de Seguridad, que era el evento central, se esperan unos 3 mil asistentes. Únicamente llegaron como la mitad. De manera apresurada estuvieron quitando cientos de sillas para que no se notara el vacío.

Afuera del Centro de Convenciones había un grupo numeroso de personas que, de manera muy disciplinada, realizaron como una especie de asamblea callejera frente al hotel Casa Reyna. Al final, todo indica que tomaron el acuerdo de no entrar al evento del excanciller, que inició con más de dos horas de atraso.

La asamblea informativa, realizada en el Club de Leones de San Martín Texmelucan, no tuvo tanto atraso, solo como de hora y media. Sin embargo, se calcula que también llegó la mitad de la gente programada.

Sin duda solo fue un mal día para Ebrard.

No quiere decir que ya perdió la contienda.

Muchos todavía esperan que de la sorpresa y de un fuerte salto en las encuestas.

Lo que si queda claro es que Ebrard debe revisar que su equipo de campaña en Puebla, no le esté jugando al llamado “fuego amigo”, que tanto le preocupa al excanciller.

 

clh