La frialdad de Pedro Tepole frente al asesinato de Marco Aurelio Ramírez
El reciente asesinato del periodista Marco Aurelio Ramírez Hernández vino a abonar a la impopularidad del presidente municipal de Tehuacán, Pedro Tepole Hernández, no porque esté involucrado en el homicidio, sino por la indiferencia, la frialdad, el desdén que mostró frente a este grave acontecimiento que impactó negativamente a la opinión pública nacional y en el ámbito local.
Mientras la ejecución –a cargo de unos sicarios— de Marco Aurelio Ramírez ha causado la atención, en dos ocasiones, del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, de la Oficina en México del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, además de una extensa manifestación de condena de periodistas en todo el país, el edil Pedro Tepole prefirió ignorar el asunto, pese a que es un hecho grave de violencia y del crimen organizado en la ciudad que gobierna.
El pasado 23 de mayo, a eso las 13:40 horas, un hombre de acercó hasta el auto de Ramírez y le disparó en cinco ocasiones, en la colonia Agua Blanca de Tehuacán. Ese mismo día, a eso de las 18 horas, en las redes sociales del ayuntamiento apareció una esquela con el nombre del comunicador ultimado. Eso fue la única muestra de expresión del gobierno local.
El edil Pedro Tepole Hernández prefirió no decir absolutamente nada del tema. Ni en entrevistas, ni en actos públicos o en comunicados. A diferencia de otras ocasiones que si sale a manifestar su opinión o desconsuelo cuando fallece alguien importante en esta ciudad.
Dicho de otra manera, ninguneo la muerte trágica de Marco Aurelio Ramírez sin importarle las implicaciones negativas que este homicidio provocará al derecho de la libertad de expresión, a la estabilidad social de Tehuacán y la lucha contra la criminalidad, que en este municipio se encuentra en niveles preocupantes.
Todo hace suponer que esa indiferencia se debe a dos factores:
Primero: Ramírez Hernández fue parte, por seis meses, del gobierno del ex edil Felipe Patjane Martínez, en donde tuvo a su cargo los temas de gobernabilidad y seguridad pública.
Y para nadie es un secreto que Tepole abomina todos los que fueron parte del gobierno de Patjane, quien ya cumplió más de dos años en prisión por presuntos actos de corrupción.
Segundo: se dice que, en la última etapa de Marco Aurelio Ramírez como periodista, en una estación de radio, y en conversaciones con clientes de su despacho jurídico, se había mostrado crítico contra Tepole, en los temas en que todo mundo lo cuestiona: la incapacidad de resolver los problemas del servicio de limpia de la ciudad y la disposición final de los desechos, el aumento de la delincuencia y supuestos actos de corrupción en el gobierno local.
Eso seguramente generó un fuerte malestar en Pedro Tepole, un edil que no tolera la más mínima crítica en su contra. Nunca acepta los problemas que enfrenta su gobierno y la ciudad de Tehuacán.
Lo cierto es que: se puede estar a favor o en contra de la forma en que hacía periodismo Marco Aurelio Ramírez, pero no se puede ignorar que era un personaje público muy importante de Tehuacán, con 50 años de actividad en medios de comunicación.
Había a quienes no les agradaba la personalidad de Marco Aurelio Ramírez y había quienes lo admiraban. Sin embargo, no se puede tolerar, de ninguna manera, que un periodista sea asesinado. Es un atentado contra las libertades de este país.
Mucha gente siguió por años a Ramírez Hernández en sus labores periodísticas y mucha gente supo de él hasta que tuvo una trágica muerte. Lo que no se puede dejar que siga avanzando es que las ejecuciones se han vuelto en el pan de todos los días en el estado de Puebla.
E igual de grave resulta que Pedro Tepole se ciegue e ignore este acontecimiento grave, muy grave, de la vida pública del estado de Puebla.
La FGE va contra red que “vende” tráfico de influencias
A la Fiscalía General del Estado (FGE), que encabeza Gilberto Higuera Bernal, ha llegado un voluminoso expediente sobre casos de extorsión, chantaje y fraude cometidos a personas que han depositado su confianza en un abogado llamado Carlos Gerardo Marino Díaz.
Según los testimonios recabados, Marino Díaz es un abogado llegado de la Ciudad de México que al parecer se dedica a timar a sus clientes –según la acusación– presumiendo que tiene estrechas relaciones con los fiscales poblanos, lo cual es una rotunda mentira.
Se dice que una supuesta red de cómplices de Marino Díaz ha llegado al punto de falsificar documentos y sellos oficiales, así como prometer que las carpetas de investigación de quienes representan serán archivadas, lo cual resulta imposible.
Cuando los clientes de este señor reclaman, entonces surgen las extorsiones y hasta los chantajes en contra de los afectados.
De esta situación ya están enteradas las más altas autoridades de la FGE que están prestas a tomar cartas en el asunto.

