Estefan Chidiac construye una alianza de facto con Morena en 2024

En el PRI poblano se están configurando dos corrientes opuestas en relación al derrotero que el partido debe tomar en la sucesión de 2024: por un lado se ubica una expresión que le apuesta a seguir con el proyecto de construir un bloque opositor –con el PAN y el PRD- que salga a disputar la gubernatura, la capital del estado y la mayoría del Congreso; y por otro, hay una facción que le apuesta a realizar una alianza de facto con la 4T para contribuir a garantizar el triunfo de Morena y que esta fuerza política retenga el Poder Ejecutivo.

Las cabezas de esos dos polos priistas son:  Néstor Camarillo Medina, el presidente del partido, que buscar rescatar la identidad opositora del PRI; y por otro lado, está Charbel Jorge Estefan Chidiac, el coordinador parlamentario del tricolor, que está gestionando un pacto electoral con la 4T, “bajo el agua”.

No es la primera vez que Jorge Estefan Chidiac y el PRI asumen ese rol de construir alianzas de facto con los rivales políticos del tricolor: fue un comportamiento observado en el gobierno del panista Felipe Calderón Hinojosa, en donde un importante cuerpo de legisladores federales del tricolor –encabezados por Estefan– protegieron siempre los intereses presupuestales de la derecha que en ese entonces estaba en el poder.

Acá en Puebla, en 2018, el Comité Directivo Estatal del PRI, encabezado por Javier Casique Zárate, hizo algo similar. Aunque oficialmente el tricolor tenía el rol de una fuerza opositora, en la realidad jugó a favorecer los intereses político-electorales del PAN y del morenovallismo, que tenían como candidata a la gubernatura a Martha Erika Alonso Hidalgo.

Ahora, rumbo a la sucesión de 2024, se dice que los planes del grupo político de Jorge Estefan es generar condiciones para que fracase toda posibilidad de una alianza electoral entre el PRI y el PAN en Puebla, como una manera de minar las posibilidades de que Eduardo Rivera Pérez, el edil de la capital, tenga el potencial necesario para pelear la gubernatura del estado.

Bajo la clara ecuación de que el PAN, sin los votos del PRI, no gana las elecciones que habrá en un par de años. El nivel de votación histórico de Acción Nacional –sin las alianzas y trampas que acostumbraba a hacer el finado Rafael Moreno Valle Rosas– apenas roza los 600 mil votos, que no le alcanza para acercarse al millón de sufragios que en 2021 tuvo la coalición de partidos de la 4T, es decir Morena, el PT y el PVEM.

La estrategia de Jorge Estefan Chidiac –muy maquiavélica– consistiría en nunca mostrarse juntos Morena y el PRI. En los hechos se buscaría siempre que aparezcan como rivales auténticos, pero en el fondo se quiere que el tricolor frene el posible avance del PAN.

Dos hechos muestran como Jorge Estefan Chidiac ya está en la ruta de gestionar esa alianza con la 4T:

Primero: hace unos días, en la Secretaría de Educación Pública se le pidió la renuncia a Cecilia Sánchez Bringas, para ser sustituida por René Ruiz Rangel, en la titularidad de la Unidad de Administración y Finanzas de esa dependencia, que es una posición fundamental para controlar el presupuesto educativo, que es el más cuantioso de todo el Poder Ejecutivo.

Ruiz Rangel es parte del grupo político de Jorge Estefan Chidiac. Fue su colaborador cuando el segundo se desempeñó como secretario de Finanzas en el gobierno interino de Guillermo Pacheco Pulido.

A René Ruiz Rangel se le manda a esa responsabilidad en la SEP sin importar que le antecede señalamientos de que habría sido investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera por presuntas operaciones simuladas en la compra de inmuebles de lujo en la Ciudad de México.

También se han dado cambios en la Secretaría de Finanzas, mismos que han sido favorables para la facción de Estefan Chidiac.

Segundo: mientras en el PRI y el PAN había un ambiente de congratulación, el pasado 12 de enero, porque se habían limado las asperezas entre Alejandro Moreno Cárdenas y Marko Cortés, los dirigentes del tricolor y el albiazul, respectivamente, para retomar la coalición Va por México, que implicó una repartición adelantada de candidaturas en el presente y el siguiente año, ese ánimo no fue del todo compartido en Puebla.

Dos días después de que se retomó la reconstrucción de ese bloque opositor, Jorge Estefan Chidiac declaraba que el PAN no tiene garantizada la candidatura a gobernador en una eventual alianza del blanquiazul y el PRI en la sucesión de 2024.

Condicionó que el resultado de los comicios –en este año– en Coahuila y el estado de México definirán el futuro de la coalición opositora en Puebla.

Lo que podría ser leído como un simple análisis de coyuntura, lo dicho por Estefan, en realidad suena a que ya está generando un ambiente adverso para que el PRI no se una electoralmente al PAN en la contienda que se avecina.

Y que Estefan ya está obteniendo posiciones estratégicas en el gobierno estatal, a cambio de sabotear el avance electoral de la derecha en la próxima contienda electoral.