AMLO, Barbosa y la izquierda mexicana a la hora de la definición

El gobernador Miguel Barbosa y su esposa Rosario Orozco realizaron el recorrido como estaba previsto, por avenida de la Reforma, en las inmediaciones del Ángel de la Independencia, en medio de saludos, porras y reconocimiento por la convicción política que los ha distinguido y que nadie podrá regatear.

La pareja que se mudó para instalarse en Casa Aguayo, desde donde es conducido un gobierno que no ha dado tregua a la impunidad y la corrupción, apareció en imágenes con el presidente Andrés Manuel López Obrador; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; o el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas; el senador Félix Salgado; o la exdirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky.

En la capital del país, como a través de sus conferencias de prensa, o de los Martes Ciudadano, recibieron aplausos cálidos de la gente a la que por décadas se ignoró, para privilegiar a grupos de poder en las esferas política y empresarial.

Ya con señoras de la tercera edad, o con personas que sin cargo ni rango, simplemente por la afinidad con el partido en el poder, buscaron el contacto con el puño cerrado o la selfie con un Barbosa sonriente, recíproco por esos gestos de aceptación y reconocimiento.

Una de la abundancia de imágenes que inundaron medios digitales muestra al poblano con una pancarta con la leyenda de apoyo a AMLO de un poblado costero llamado Playa Ventura, Guerrero, a unas seis horas en autobús de la capital del país, y un hombre de color en un auténtico ambiente festivo, con gorro y guantes de color rojo, a carcajada batiente como son los costeños.

No deberá soslayarse que la idea primera de realizar una concentración y marcha en apoyo a López Obrador salió de Casa Aguayo, cuando al gobernante pidieron una opinión de la manifestación convocada por los opositores a la reforma electoral que este lunes será discutida en San Lázaro.

La multitudinaria concentración en la Ciudad de México, este domingo, en torno al presidente Andrés Manuel López Obrador para celebrar los cuatro años de gobierno deberá motivar una profunda reflexión entre la oposición, que volvió a ser vencida.

No sólo por la capacidad numérica que oscila el millón de personas que se congregaron entre El Ángel de la Independencia y el Zócalo, corazón de la vida pública en México, sino por la capacidad para acaparar la conversación en todo espacio público, incluyendo las redes sociales.

Existe una referencia a la enorme cantidad de gente que se congregó en la plaza del Zócalo, con la marcha zapatista que viajó desde Chiapas hasta ese lugar en marzo de 2001, en la que se calculó medio millón de personas, con el subcomandante insurgente Marcos, el carismático dirigente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

A la hora en que esta entrega estaba en fase de cierre, el número aproximado de posteos en redes sociales rosaba el medio millón con las etiquetas #MarchaDelPueblo #MarchasConAMLO #4AñosDeTransformación #EsUnHonorMARCHARconObrador y muy lejos, casi inexistente, un grupo identificado con la derecha -PAN, PRI y Frenna-, unos 21 mil con un #MarchaDelAcarreo.

El próximo domingo 4 de diciembre está convocada la marcha en Puebla, que originalmente estaba prevista para el domingo 27, con la que Barbosa volverá a acaparar reflectores.

Y es que aún en medio del grupo de mandatarios de Morena, no hay anuncio de apoyos estatales, como en Puebla lo ha habido por el inobjetable liderazgo político del presidente López Obrador, que refrendó como en los mejores tiempos desde la oposición, que las calles son de la izquierda.

 

@FerMaldonadoMX