Crisis en la FROC de René Sánchez Juárez: pierde casi todos sus sindicatos
El entrampamiento del paro laboral de Uriarte Talavera oculta una crisis mayor: que es el declive de la central obrera FROC-Conlabor, que dirige René Sánchez Juárez, que en los últimos años ha venido perdiendo de manera vertiginosa la afiliación de sindicatos y la capacidad de ganar conflictos laborales. Esta organización se ha venido hundiendo de la misma manera en que se está acabando el viejo sindicalismo corporativo.
La FROC-Conlabor está a años luz de lo que fue la vieja FROC-CROC, que encabezó Constantino Sánchez Romano, padre de René Sánchez Juárez, que en su época de esplendor llegó a tener más de 100 sindicatos afiliados, siendo la primera central –junto con la CTM— que controló los gremios de las empresas proveedoras de Volkswagen de México.
Sánchez Juárez heredó de su familia el control de la FROC-CROC, que ahora es FROC-Conlabor. Egresado de universidades privadas, se destaca porque nunca fue obrero, como si ocurrió con su padre o hermanos, y porque poco se ha preocupado por tener una cercanía con los obreros que dice representar.
Y en consecuencia, se han desplomado los ingresos económicos de la FROC-Conlabor, que ha generado una fuerte crisis de funcionamiento de dicha agrupación.
Tal es extrema la crisis de la FROC-Conlabor, que se dice que René Sánchez Juárez habría querido vender el edificio sede de esta organización, que es una enorme casona ubicada en la 5 poniente 111, casi enfrente de las instalaciones del Comité Municipal del PRI y del Congreso del estado.
Pero resulta que el inmueble tiene varios propietarios –del ámbito familiar del extinto dirigente René Sánchez Romano— y no se pudo ofrecer a los posibles compradores.
Esta crisis de la FROC-Conlabor se ha visto reflejada en el conflicto laboral de Uriarte Talavera, en donde los trabajadores afiliados al Sindicato Vicente Lombardo Toledano quisieron estallar la huelga, pero un juez laboral –hace dos semanas– declaró inexistente dicho recurso.
Tal determinación del juez no es una decisión orientada a favorecer a la parte patronal de Uriarte Talavera, tal como lo quiere hacer aparentar el sindicato, que es encabezado por Hiram Sánchez Pavón, hijo de René Sánchez Juárez.
Sino es consecuencia de una serie de graves defectos que tiene la representación sindical, como es el hecho que no tiene toma de nota desde el año 2017.
Cuentan los enterados que ya había un arreglo, mediante el cual la parte patronal de Uriarte Talavera estaba dispuesta a pagar una parte importante de los adeudos que tiene con sus trabajadores y de última hora, se cayó ese acuerdo por una intransigencia de los dirigentes gremiales.
Resulta que el sindicato exigió recibir el dinero, de los adeudos en cuestión, para frenar el conflicto. La respuesta que le dieron es que, con la última reforma laboral de 2019, se establece que ese tipo de pagos se tienen que hacer directamente y de manera individual con cada trabajador. Ya no puede haber la intermediación del sindicato en el manejo de los fondos.
Y como no les dieron el dinero a los líderes del sindicato de Uriarte Talavera, decidieron rechazar el pago que ofrecían los propietarios de la compañía.
Hace unos días, la parte sindical perdió un amparo contra la declaratoria de inexistencia de la huelga en Uriarte Talavera.
Esos movimientos muestran que la FROC-Conlabor ha perdido de la capacidad de ganar conflictos laborales.
La Froc-Croc tuvo su esplendor en el sexenio de Manuel Bartlett Díaz, época en que René Sánchez Juárez se convirtió en diputado local y era unos de los rostros jóvenes del corporativismo priista.
En esa época, dicha central obrera tenía un mayor dinamismo que la vieja Confederación de Trabajadores de México (CTM), que era controlada por una élite de dirigentes longevos.
Ahora se han invertido los papeles, la CTM en los últimos meses –bajo la conducción de Leobardo Soto Martínez—ha logrado rebasar la cifra de los 100 sindicatos afiliados. Incluso no hace mucho conseguido obtener la titularidad del contrato de los trabajadores de una de las principales cadenas de tiendas de autoservicio.
Otra central que ha crecido y se está consolidando como la más fuerte, es la Confederación Sindical Republicana (CSR), que encabeza un joven dirigente Constantino Sánchez Díaz, quien es sobrino de René Sánchez Juárez.
La CSR tiene entre 34 y 40 sindicatos, pero con asambleas certificadas en las cuales los obreros manifestaron su adhesión individual a dicha central obrera.
No como ocurre en la FROC-Conlabor en donde todavía se acostumbra a afiliar sindicatos sin que los trabajadores sean tomados en cuenta.