Sin el PRI, el PAN no podrá disputar la gubernatura ni el Congreso, pero sí la capital

La advertencia de que: “sin nosotros no ganan” que priistas les han espetado a los panistas no es solo discurso, sino es una realidad numérica. La ruptura que el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, alias Alito, ha provocado de la coalición opositora de entrada saca al PAN poblano de la competencia de la gubernatura, de la mayoría del Congreso local y en cambio, el blanquiazul mantiene una importante fortaleza en la capital y una parte de la zona metropolitana.

Lo anterior se desprende de los números de las votaciones del año pasado. Es cierto que el resultado de una elección intermedia nunca se parece a unos comicios de cambio de sexenio. Sin embargo, en 2021 el PAN demostró –que por sí solo— no se acerca a la barrera de los 500 mil sufragios a nivel estatal, que lo pone muy lejos de los números de Morena que rebasa los 800 mil votos.

El morenovallismo fue un fenómeno aparte, no solamente porque el entonces líder de esta corriente Rafael Moreno Valle Rosas –que dominó de 2010 a 2018– captaba miles de votos con una vasta lista de organizaciones políticas ajenas al PAN, sino también porque tenía una sofisticada maquinaria para hacer fraudes electorales, que pasaba por el control absoluto de las autoridades encargadas de organizar los comicios.

El PAN compitiendo solo por la gubernatura de Puebla, tuvo su mejor resultado en los comicios de 2004, con el entonces candidato Francisco Fraile García, con 642 mil votos.

El segundo lugar lo ocupó Enrique Cárdenas Sánchez, quien en 2019 tuvo 507 mil 460 sufragios, aunque es importante anotar que iba en alianza con el PRD y el PMC, entre otras fuerzas políticas.

El tercer mejor sitio en una competencia por la disputa de la titularidad del Poder Ejecutivo estatal lo tuvo la panista Ana Teresa Aranda Orozco con 406 mil 804 votos en 1998.

Y en 2021 que, aunque fue una elección local intermedia, el PAN tuvo su mejor votación estatal fuera de la competencia por la gubernatura –en la que Eduardo Rivera Pérez ganó la alcaldía de la capital—, con 468 mil votos.

Con esos antecedentes de números, al PAN no le alcanza para ganar la gubernatura y la mayoría del Congreso, si se toma en cuenta que en 2021 Morena sin los votos de sus aliados obtuvo 803 mil 377 sufragios.
 

Un aspecto importante es que el año pasado muchos votantes “lopezobradoristas” no salieron a las urnas y el PAN, de manera sorpresiva, recibió una espontánea ola de sufragios que el partido de derecha no se esperaba, que se trató de una expresión “antilopezobradorista”.

2021 fue un buen año para el PAN por la valiosa ayuda del PRI, que aportó 379 mil 491 votos, más 62 mil 417 del PRD, que dio un total de 910 mil 259 sufragios.

Solo de esa manera la oposición rebasó por 106 mil 922 votos a Morena, lo que alimentó la esperanza de la coalición del PAN, el PRI y el PRD puede ganar la próxima elección de gobernador.

Ahora, con la ruptura del PRI, el PAN tendría una tendencia de cara a los comicios de 2024 que no le permite superar los 650 mil sufragios, que lo pone en clara desventaja con la 4T, que acumulando los resultados de Morena, el PT y el PVEM, rebasó el límite de un millón de sufragios.

Es decir, si el PAN va solo contra la 4T en 2024, hay una importante desventaja –más o menos– de dos a uno del bloque de izquierda contra la derecha.

No así la capital, en donde la última contienda le dio una ventaja al PAN de 51 mil votos frente a Morena sin los números de los aliados de cada expresión. La ciudad de Puebla parece ser una plaza difícil de ganar a la 4T.

Las diputaciones

En 2021, la oposición ganó 9 de las 26 diputaciones locales, siendo las plazas de mayor peso por el número de habitantes.

Mientras que la 4T ganó 17 de 26 demarcaciones electorales, que son las menos pobladas, a excepción de Tehuacán y San Martín Texmelucan.

Sin embargo, es importante volver a hacer el ejercicio de separar los números del PRI y del PAN, resultando una catástrofe para la coalición opositora.

Juntos el PAN, el PRI y el PRD, ganaron los distritos de Huauchinango, Zacatlán, Tlatlauquitepec, Ciudad Serdán, Ajalpan, Cholula y las demarcaciones 9, 16 y 17 de Puebla.

Pero si el PAN hubiera competido sin el PRI, la elección habría sido catastrófica para el blanquiazul.

Sin los sufragios del tricolor, el PAN únicamente podría haber ganado los distritos 17 de Puebla y el de Cholula. Es decir, solo 2 de 26 demarcaciones. Mientras que Morena habría triunfado en 24 distritos.

Conclusión: si el efecto de rebeldía de Alito dentro de la coalición opositora se extiende más allá de agosto de 2023, fecha en que concluye el periodo estatutario de Alejandro Moreno Cárdenas al frente del PRI nacional, el PAN poblano ya debe irse despidiendo de competir por la gubernatura en 2024. O por lo menos, ese es el panorama actual.