Los grupos de Mier, Rivera, Armenta y Salomón mostraron su debilidad en Morena
La renovación e instalación del Consejo Estatal (CE) de Morena vino a exhibir la debilidad de cuatro grupos políticos entre la militancia de esta fuerza política, ya sea porque perdieron liderazgo, como son los casos de las facciones de la exedil capitalina Claudia Rivera Vivanco o de César Addi Sánchez Salinas, anterior encargado de las brigadas electorales del partido, o porque son políticos expriistas que no logran penetrar en el ánimo de las bases del movimiento lopezobradorista, como ocurre con el senador Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco, el coordinador de los diputados federales del instituto de Regeneración Nacional.
El sábado, día en que se instaló el Consejo Estatal y se eligió a la nueva dirigencia del partido, las facciones de Claudia Rivera, Ignacio Mier y César Addi Sánchez se mostraron en extremo débiles, no únicamente por el bajo número de consejeros, sino porque les ganó la soberbia y no tuvieron la capacidad de formar un bloque, de pelear juntos por posiciones en los órganos de conducción de Morena.
Cada uno de esos bandos, por si solos, no rebasan la docena de consejeros, en un universo de 151 lugares en el CE.
Sin embargo, si los grupos de Ignacio Mier, Claudia Rivera y César Addi Sánchez se hubieran unido, podrían haber alcanzado unos 29 consejeros y les abría la posibilidad de negociar, o ganar la votación, por lo menos de una de las 8 secretarías del Comité Ejecutivo Estatal del partido.
Eso no fue posible por la falta de comunicación y de disposición al dialogo de la diputada local Daniela Mier Bañuelos, la hija de Ignacio Mier Velazco, y de Mayte Rivera Vivanco, la hermana de la ex edil Claudia Rivera, que encabezaron las respectivas facciones al interior del Conejo Estatal.
Tal situación se reflejó en que Mayté Rivera se inscribió para pelear por la presidencia del CE de Morena y obtuvo apenas 9 votos, lo que significó ser vapuleada por Andrés Villegas Mendoza, quien ganó el cargo con el respaldo de 123 consejeros.
El grupo de Rivera inscribió candidatos para otras tres carteras en la dirigencia de Morena y en ningún caso se rebasaron los 20 votos.
Otro caso penoso fue el de Carlos Hernández Hernández, diputado federal por el distrito XI de Puebla, quien compitió por la Secretaría de Formación Política de Morena y consiguió 5 votos, de los 151 sufragios que hubo, pese a que tenía el apoyo de la corriente de Ignacio Mier Velazco.
Esta situación es reflejo de que Claudia Rivera, exedil de la capital, solamente concentra la fuerza de su corriente en el capital y no ha logrado construir simpatías fuera de la ciudad de Puebla.
También tuvo una pérdida importante de seguidores por la derrota que sufrió en el intento de reelegirse como presidenta municipal de la Angelópolis.
Alejandro Armenta Mier no tuvo presencia en el CE, al no colocar un solo consejero. En mucho, porque su popularidad –que es mucha—en diferentes regiones del estado se ha formado por ex militantes priista, expanistas y experredistas, pero no logra penetrar en las bases se Morena por su pasado como dirigente estatal del PRI y haber sido parte importante de la cúpula del marinismo.
Además, el senador se ha enfocado en buscar la candidatura de Morena a gobernador de Puebla por la vía de intentar limar asperezas con el actual titular del Poder Ejecutivo, Luis Miguel Barbosa Huerta, siendo esa la razón por la cual se mantuvo al margen de la elección de los miembros del CE.
Ignacio Mier Velazco utilizó las asambleas informativas de la reforma eléctrica –que se votó el pasado 18 de abril— para promoverse entre los núcleos de militantes de Morena. Aunque en su calidad de coordinador parlamentario logró llenar la mayoría de los actos que encabezó en diferentes regiones del estado, eso no le significó ganar terreno en las simpatías de las bases morenistas.
La mucha o poca fuerza política que tiene Mier únicamente se concentra en la región de Tecamachalco, en donde es originario y actualmente gobierna su hijo mayor, y en que lo respalda el grupo del ex edil priista de la capital, Enrique Doger Guerrero.
Hasta ahora, no ha tenido la capacidad y el empeño de ganar un liderazgo dentro de las bases del movimiento lopezobradorista.
Por eso muchos siguen calificando a Armenta y a Mier, que por cierto son primos, como “los priistas dentro de la 4T”.
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