Blanca Cruz García, sin la experiencia para enfrentar la conflictiva elección que se aproxima

Si nada cambia, todo indica que Blanca Yassahara Cruz García se estaría encaminando a convertirse –a más tardar el siguiente lunes– en la nueva presidente del Instituto Estatal Electoral de Puebla (IEE), por haber sido la mejor calificada de 12 aspirantes a ese cargo. Sin embargo, su postulación como candidata única a esa posición no acaba de convencer por carecer de la experiencia necesaria para enfrentar el macroproceso electoral de 2024, que desde ahora ya se percibe que será complejo, conflictivo e intenso.

En este espacio se definió el pasado 8 de agosto lo siguiente: de las 12 finalistas que fueron objeto de escrutinio por el Instituto Nacional Electoral (INE), Blanca Cruz tenía las mayores posibilidades de convertirse en la presidenta del IEE más por un asunto de simpatías, que de tener los méritos.

Ella desde un principio fue bien vista en el ámbito de la 4T, situación que le ayudó mucho; además de ser cercana a Marcos Rodríguez del Castillo, el vocal ejecutivo de la Junta Local del INE en Puebla.

Si se da un primer vistazo superficial a la trayectoria profesional de Cruz García parecería ser la mujer idónea para estar al frente del IEE, pues desde el año 2013 a la fecha ha sido permanentemente funcionaria del INE, en cuatro cargos que han sido del área más delicada: la vocalía de organización electoral.
 

Pero si se hace un examen detallado, el resultado es distinto por dos razones:

Primera: su experiencia fundamentalmente ha sido en juntas distritales del INE, que son áreas con una carga de trabajo y de conflictos que nada tiene que ver con encabezar a toda una institución como es el IEE.

De los cuatro puestos que tuvo en el INE, aparece como el más relevante que se hizo cargo de la Vocalía de Organización Electoral a nivel de todo el estado de Puebla, con el pequeño gran detalle de que en ese puesto solamente estuvo un mes. De diciembre de 2018, cuando ya había pasado la elección de ese año, a enero de 2019. Es decir, no es un antecedente de gran envergadura.

Segunda: la parte más objetable es que Blanca Yassahara Cruz García siempre ha trabajado en el INE y eso le da una practica muy limitada, pues literalmente es un trabajo muy distinto al que se vive en el IEE.

En el INE los procedimientos de organización de un proceso electoral se generan desde las oficinas centrales de la Ciudad de México y son acompañados de manuales, así como de cursos de capacitación. Eso lleva a que quienes laboran en las juntas distritales solamente deben de aplicar las fórmulas ya diseñadas.

Mientras que en el IEE lo que se debe de hacer es, en muchas ocasiones, diseñar, proponer y aplicar los procedimientos de organización electoral.

Un ejemplo de la anterior situación es lo ocurrido con Miguel Ángel García Onofre, el presidente saliente del IEE, quien surgió de las filas del INE y en el proceso electoral local del año pasado se vio rebasado por una serie de problemas que se debían resolver sobre la marcha.

En 2021 “el talón de Aquiles” fue que el IEE no pudo cumplir con los plazos oficiales para autorizar los candidatos a presidentes municipales, junto con sus planillas de regidores.

El problema de fondo es que se debieron procesar miles de solicitudes, mismas que en cientos de casos, fueron modificados de última hora por los partidos políticos. Frente a esa situación el IEE se vio desbordado por falta de tiempo, personal y de los procedimientos adaptados para esa compleja situación.

Dicho conflicto, es la fecha actual, que no está resuelto. Mientras el IEE ha propuesto una plataforma digital para que los partidos ahí capturen y presenten las solicitudes de registros ante la autoridad electoral, los dirigentes de las fuerzas políticas se resisten a ese mecanismo, pues exigen seguir con el anterior sistema, en el cual solo entregan los documentos al instituto y le dejan a todo el peso de procesar la información.

Hace unos días, tres consejeros nacionales del INE, entre ellos el presidente Lorenzo Córdova Vianello, advirtieron que la elección de Pueble para 2024 desde ahora ya se percibe que será “ruda” y “conflictiva”.

Y aún con ese diagnóstico, no se percibe del todo que se esté buscando una presidenta de IEE que tenga esa capacidad de enfrentar la rudeza y el alto grado de pugnas que habrá en dicha contienda.