Lastiti pactó con Zebadía y negoció con la FGR su libertad
Miércoles, Agosto 3, 2022 - 09:52
En la edición del 5 de agosto de 2019 de Foro 21 se consignó: #EstafaMaestra… “Si caen Rosario y Zebadúa… caerá Juan Carlos Lastiri”.
Agregándose: “El oriundo de Zacatlán podría ser el primer poblano en ser “arrastrado” por este escándalo”.
“Lastiri, el Zhenli Ye Gon de Puebla, un comando le robó 50 millones de pesos en efectivo y joyas en su residencia de La Vista.
Es investigado por enriquecimiento ilícito, pues en declaración patrimonial no consignó compra de 44 terrenos”.
Y el 4 de noviembre de 2020 se inquirió:
¿Zebadúa delatará a Lastiri o se unieron para hundir a Rosario Robles?
“Vaya similitud en “principios” y “valores” guardan entre sí Emilio Zebadúa González y Juan Carlos Lastiri Quirós, en virtud que por sus hechos y acciones están unidos y hermanados en la traición y deslealtad.
“Dos jefes de Zebadúa estuvieron en prisión y un tercero lleva más de un año en la cárcel… Pablo Salazar Mendiguchía, ex gobernador de Chiapas y Elba Esther Gordillo Morales, ex dirigente nacional del SNTE.
“Y Rosario Robles Berlanga, ex secretaria de Sedesol y Sedatu, lleva más de un año en la cárcel.
“Con los tres, Zebadúa fue cercanísimo colaborador. Con los tres manejó dinero, mucho dinero. Y a los tres terminó delatándolos, consumando alta traición.
Lastiri ha llevado la misma ruta de traición y deslealtad hacia Rosario Robles a quien hasta 2018 llamaba “jefa”, le decía “patrona”, “sí, señora Secretaria”, “no señora Secretaria”; la abrazaba y casi-casi cargaba.
“A quien le tendía alfombra roja. Y la llevaba a descansar a Zacatlán. Le hacía costosos obsequios y comidas.
“Y cuando Robles cayó en desgracia y terminó en prisión, no ha tenido 15 o 30 minutos para visitarla o mandarle una carta”.
Concluye resumen de dos textos publicados en este espacio –agosto 2019 y noviembre 2020– que retratan la condición humana de quienes fueran Oficial Mayor y subsecretario en Sedesol y Sedatu, un chiapaneco y un poblano, respectivamente.
LASTIRI PACTÓ CON ZEBADÚA Y NEGOCIÓ CON FGR SU LIBERTAD
Información que hoy cobra relevancia por los cuatro capítulos publicados en la columna Sobremesa de la periodista Lourdes Mendoza en El Financiero, que tituló:
“La puerta giratoria”, “Zebadúa y su imperio inmobiliario”, “Zebadúa, el come solo” y “Las traiciones al Capitán Zebadúa”.
En la cuarta entrega la columnista narra:
“Cuando a finales de 2019 un juez federal emitió una orden de aprehensión en contra del ex oficial mayor de Sedesol y Sedatu, derivada de la carpeta de investigación FED/SEIDO/UEIORPIFAM-CDMX/0001220/2019 por los delitos de enriquecimiento ilícito y delincuencia organizada, Zebadúa decidió huir para refugiarse en Canadá.
“Durante su ausencia dejó a cargo de sus negocios en México a su hermano José Ramón Zebadúa, en calidad de apoderado legal y a un personaje sombrío de nombre Alejandro Hinojosa como operador financiero.
“Cuando se dieron cuenta de que las pesquisas contra su ‘jefe’ por parte de la FGR iban en serio, ambos decidieron traicionarlo y se fugaron con más de mil millones de pesos, dando por hecho que Emilio sería capturado y encarcelado.
“La traición, obvio, desató la ira de Emilio y provocó el inicio de los ‘acuerdos’, mediante repartición de dinero en efectivo con funcionarios de la Fiscalía, de la ASF y jueces federales.
“Acto seguido, ‘el comesolo’ preparó su regreso a México, no sólo para recuperar lo que su hermano José Ramón y Alejandro Hinojosa le habían ‘robado’, sino para terminar de construir todo el entramado de corrupción que ya conocemos.
LASTIRI Y EL SECRETO MEJOR GUARDADO
Abunda Lourdes Mendoza: “En su declaración ante la FGR, Emilio Zebadúa señaló, de manera textual, que los recursos desviados provenían de la “Subsecretaría Operativa de la Sedatu”.
En ese entonces, la dependencia federal contaba con tres subsecretarías y la única que tenía recursos para operar, por casi 6 mil millones en ese año, era la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, comandada en aquel entonces por el poblano Juan Carlos Lastiri”.
“En la nota técnica de la ASF para la Cuenta Pública 2016, dada a conocer en 2017, se señala de dónde salían los recursos y que el origen era la Unidad de Infraestructura de la subsecretaría de Lastiri.
“Por cierto, llama la atención que, aunque nunca Zebadúa lo menciona por su nombre, la ASF sí lo hace en el referido informe.
“Cómo dejar de recordarles que, a finales de 2019, se sabe Lastiri fue asaltado en su casa en el lujoso fraccionamiento La Vista, Puebla, de donde los delincuentes se llevaron más de 50 mdp en efectivo; ¡como Zhenli Ye Gon, pero poblano!
“Ah, y ‘casualmente’ meses atrás, el ‘exsubse’ inauguró hoteles a nombre de su familia y hermanos: uno campestre y otro boutique en Zacatlán de las Manzanas, de donde fue alcalde.
“Luego, en 2020, fue detenido por un comando armado y se pensó, en un principio, que se trataba de un supuesto secuestro. Sin embargo, el propio gobernador Miguel Barbosa señaló que el exfuncionario de la Sedatu había sido asegurado por personal de la FGR y se encontraba declarando en el Reclusorio Oriente de la CDMX, de donde fue liberado horas más tarde.
“Después de esa ‘reunión’, a Juan Carlos Lastiri no se le ha vuelto a molestar, ni ha sido vinculado a ningún proceso legal por parte de la Fiscalía. De seguro los convenció de su inocencia.
“No obstante, muchas empresas constructoras poblanas hablan de ‘los apoyos’ que le dieron al exsubsecretario en la etapa de reconstrucción por los sismo de 2017, donde fungió como coordinador general.
“Uno de los convenios más altos (380 mdp) que Lastiri firmó con una de las constructoras se hizo a través de la Universidad Politécnica de Tlaxcala. Y aunque falta averiguar si su firma fue falsificada, les cuentos que este documento desapareció de la Sedatu, de la FGR y de la universidad, pero, a decir de la ASF, esos gastos sí se ejercieron.
“Existen muchos cabos sueltos que ni la FGR ni la ASF han querido terminar de atar, pues en el caso de Lastiri decidieron no asegurar el hilo de la auditoría forense citada”.
Concluye, “la duda es: ¿por qué Emilio Zebadúa no menciona expresamente de dónde salían los recursos desviados y a qué acuerdos llegó Lastiri con la FGR para convertirlo en ‘el secreto mejor guardado’ en el caso de la “estafa maestra”.
Mañana continuará la historia de traiciones y deslealtades de Lastiri, y las carpetas de investigación que tiene abiertas en la Fiscalía de Puebla.
¿El destinó alcanzó a Juan Carlos?
Al tiempo.
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Gerardo Pérez García