Armenta se queda sin referentes nacionales para lograr la candidatura

La adhesión que el senador Alejandro Armenta Mier ha mostrado en las últimas semanas a la figura del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, al que ahora si reconoce como “líder político de la 4T” en el estado, se debe en mucho a que no funcionó su modelo personal para alcanzar la candidatura de Morena a la titularidad del Poder Ejecutivo. Ahora, se estaría jugando su última carta para intentar meterse a la sucesión de 2024.

Armenta en 2019, ya siendo senador de la República, entró en colisión con Luis Miguel Barbosa en la disputa por la candidatura a gobernador en el proceso electoral extraordinario que hubo después de la muerte de Martha Erika Alonso Hidalgo, quien sólo ocupó 10 días el cargo de jefe de Poder Ejecutivo.

A lo largo del siguiente trienio, el legislador se mostró distante del mandatario poblano, hasta que en este año, de manera sorpresiva, cambió radicalmente de discurso y se ha dedicado en las últimas semanas a ensalzar la figura de Barbosa Huerta.

Ese cambio de actitud ha llegado a tal extremo que en la próxima renovación de los cargos de dirigentes de Morena –dentro de dos fines de semana–, el político ex priista no presentó un candidato propio para pelear por la presidencia del partido en el estado de Puebla y estaría operando directamente para que gane el aspirante más identificado con el gobernador.
 

¿A qué se debe dicho cambio radical?

En primer lugar, a que Luis Miguel Barbosa Huerta es quien estaría controlando el proceso de sucesión en la 4T.

La posibilidad de que llegue un candidato o candidata a gobernador desde “el centro”, es decir con el empuje del presidente Andrés Manuel López Obrador, cada día se antoja poco posible.

Otro escenario que se había dibujado a principio de año es que dos figuras ex priistas parecían que iban a polarizar la lucha por la candidatura de la 4T, los primos Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco, pero con el paso de los meses se ha venido diluyendo esa eventualidad.

Ahora lo que ha quedado definido, es que muy probablemente el candidato saldrá del grupo político cercano al gobernador. Es decir, entre Melitón Lozano Pérez, Gabriel Biestro Medinilla, Olivia Salomón y Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Y como parte de esa condición, Alejandro Armenta estaría buscando la manera de ser el quinto aspirante de esa facción política, bajo la idea de que es el suspirante que tiene el mayor trabajo de promoción personal y una importante estructura electoral.

Hace algunos meses, el modelo que tenía Armenta para intentar ganar la candidatura tenía las siguientes coordenadas:

Se quería mantener independiente del gobernador Barbosa.

Buscaba acercarse al círculo de confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador, con su iniciativa de expropiar los yacimientos de litio en el país.

Se apoyaba en dos figuras importantes: en el senador Ricardo Monreal Ávila, quien le abrió al ex priista muchas puertas del movimiento de la 4T. Prácticamente Armenta se convirtió en el principal operador político del ex gobernador de Zacatecas.

Y la otra figura es Mario Delgado, bajo la idea de que el senador le había ayudado a ganar la presidencia nacional de Morena y el favor se regresaría con el apoyo para que, el segundo de ellos, se convirtiera en candidato a gobernador de Puebla.

También le apostaba a construir una fuerte estructura electoral, bajo la ayuda de importantes figuras del PRI, como eran el ex gobernador Mario Marín Torres y Javier López Zavala, uno de los operadores político-electoral más importante del priismo poblano.

Por eso Armenta y sus seguidores, hasta no hace mucho, se mostraban arrogantes de decir que si Morena no les daba la candidatura estaban dispuestos a pasarse al Partido Movimiento Ciudadano (PMC) y con las adhesiones de grupos políticos que ya tenían, podían ganar los comicios de 2024 sin ningún problema.

Todo lo anterior no le funcionó a Armenta. Se quedó sin ningún referente nacional, es decir una figura política que le ayude, que le gestione, que lo meta de lleno a la contienda por la nominación de la 4T.

Nunca pudo entrar al núcleo de simpatías y de confianza del presidente de la República.

Monreal ahora es visto desde Palacio Nacional como una especie de rival o de “traidor” dentro del movimiento de la 4T. Su principal error fue haber jugado en contra de Morena en los comicios de 2021 en la Ciudad de México.

Mario Delgado le dejó a Armenta controlar a Morena en Puebla en los últimos dos años, pero sin llegar a la posibilidad de promoverlo como candidato a la gubernatura.

Sus dos pilares en el PRI, Mario Marín y Javier López Zavala, están en la cárcel. Por lo que el legislador ahora se dedica a deslindarse de ambos personajes.

Y el resultado de los comicios locales de 2021, demostró que en Puebla la competencia por la gubernatura se cierre a quienes compitan bajo las siglas de Morena y el PAN.

Es decir, dejar la 4T e irse al PMC, es un suicidio político.