¿En qué momento se rompió la relación entre los primos Mier?
Ni su paso por el PRI o la rivalidad en que se vieron envueltos entre los años 2005 y 2008 los llevó al distanciamiento, a la ruptura, al enfrentamiento, tal como ahora ocurre con los primos Ignacio Mier Velazco y Alejandro Armenta Mier, que tienen una abierta rivalidad por la candidatura de Morena a la gubernatura y el manejo de esta fuerza política en el estado de Puebla.
La rivalidad entre ambos ha nacido por intentar controlar los espacios de mayor poder político en el estado: la titularidad del Poder Ejecutivo y el Partido de Regeneración Nacional.
Ambos nacieron en la vida política en momentos muy distintos, pero comparten muchas similitudes por haber iniciado sus carreras políticas en el PRI y por seguir conservando las formas de hacer política en el tricolor. De hecho, los dos tienen a grupos priistas como sus principales soportes para hacer proselitismo.
A la inversa, cuando Armenta llegó al cargo de presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, al concluir la primera década del presente siglo, Mier ya vivía cierta exclusión del tricolor, ya que su grupo político –que tiene como líder a Enrique Doger Guerrero– quedó fuera de toda participación en el tricolor durante el proceso electoral de 2010.
A los dos les ocurrió lo mismo, aunque en diferentes fechas: fueron un fiasco como dirigentes del PRI y los dos encabezaron derrotas emblemáticas, traumáticas, para el priismo poblano.
Ignacio Mier era el dirigente del tricolor en 1995, cuando el PRI por primera vez perdió la alcaldía de la capital del estado.
Y nacieron los bastiones panistas de San Andrés Cholula y Atlixco, que son dos plazas –hasta la fecha— con sólidas estructuras electorales del PAN. Fue la primera vez que el albiazul cimbró al priismo poblano, que se creía invencible.
Alejandro Armenta Mier le tocó perder todo cuando fue su turno al frente del Partido Revolucionario Institucional. En 2010, el PRI fue derrotado en la gubernatura, en la capital del estado, le arrebataron al tricolor la mayoría del Congreso local y todas las alcaldías importantes. Eso dio nacimiento a la autocracia del panista Rafael Moreno Valle Rosas.
A los dos primos Mier les tocó una etapa de mucha polarización política dentro del PRI. No abstente, eso no los llevó al enfrentamiento personal.
Mier Velazco era parte del grupo político de Enrique Doger Guerrero, que entre 2005 y 2008 fue edil priista de la capital. Hasta la fecha, el coordinador de los diputados federales de Morena sigue teniendo sus bases de apoyo en el grupo político dogerista.
Armenta Mier era parte la gestión del “góber precioso”, es decir de Mario Marín Torres, quien fue titular del Poder Ejecutivo de 2005 a 2011. El actual senador siempre se ha apoyado –aun ya siendo parte de Morena—en la estructura electoral del marinismo.
A lo largo de la primera mitad del sexenio marinista, hubo un fuerte y constante enfrentamiento entre Mario Marín Torres y Enrique Doger Guerrero, que polarizó a la clase política priista.
Sin embargo, Armenta se mantuvo al margen, toda vez que en la facción marinista era Javier López Zavala, entonces secretario de Gobernación, quien encabezaba la confrontación con Enrique Doger.
López Zavala actualmente está preso por ser un presunto feminicida y siempre estuvo participando en las empresas política de Alejandro Armenta, hasta antes de ser detenido por el asesinato de la activista Cecilia Monzón.
Lo que diferenció a Armenta y Mier, es la manera en que se fueron del PRI e ingresaron a la 4T.
Ignacio Mier Velazco luego de 2010 siempre tuvo un doble juego: por un lado, participaba al lado del exgobernador Manuel Bartlett Díaz, quien desde 2012 rompió con el PRI y se volvió un político leal a Andrés Manuel López Obrador. Y por otro lado, seguía siendo parte del grupo de Enrique Doger Guerrero que, en el proceso electoral de 2018, colaboró abiertamente a favor de los intereses del PAN y del morenovallismo, además de estar en contra de Morena.
En cambio, Armenta en 2017 “quemó sus naves” en el PRI y abiertamente se afilió al movimiento lopezobradorista, sin dejar a un lado el apoyo político, económico y de otra índole que le brindaba el exgobernador priista Mario Marín Torres.
Los dos Mier, al estar dentro de la 4T, en los últimos cuatro años se sintieron con derechos y oportunidades de ser el próximo candidato de Morena a la gubernatura y de controlar al Partido de Regeneración Nacional.
Dicen que la soberbia de ambos, de cada uno de sentirse más cerca de los interese de Palacio Nacional y de controlar a los grupos priistas dentro de Morena, los ha llevado a distanciarse, a verse como rivales.
Ayer Mier dio a conocer que presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República, que involucra como presunto acusado a Alejandro Armenta, por supuestamente dar un mal uso a información oficial de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda.
Armenta respondió que Mier solo divide e intriga en la 4T.
Los dos primos ya estén en una ruta en la que no cabe la reconciliación en el mediano plazo.
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