La industria minera creció en los últimos años de una forma extraordinaria en la entidad poblana, no se trata solo de más inversiones, muchas de ellas extrajeras, sino de verdaderos conflictos sociales y medio ambientales en especial en poblaciones indígenas, que hoy tienen derecho a opinar si se permite la explotación de sus recursos.
Un caso que ejemplifica el problema es la canadiense Almaden Minerals que aún quiere extraer oro y plata en el municipio de Ixtacamaxtitlán, en la sierra norte de Puebla.
Hay que recordar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación canceló en febrero pasado dos concesiones que tenía la empresa porque el gobierno federal no había consultado previamente a las comunidades de la zona.
Fue una decisión histórica para los derechos de los pueblos indígenas.
Sin embargo, el tribunal dejó abierta la puerta a que se reexpidieran los permisos después de realizar una consulta. Almaden, a través de su filial Minera Gorrión, se mostró el martes “en la mejor disposición” para que se celebre la consulta y seguir con su proyecto.
El diario español El País en su edición México, publicó este miércoles que en “el futuro de la polémica mina de cielo abierto que Almaden quiere abrir pende de un hilo. La histórica decisión de la Suprema Corte reafirmó el derecho de los pueblos indígenas a una consulta previa, libre e informada sobre los proyectos ubicados en su territorio, un principio establecido en el Convenio 169 de la OIT y que ha sido repetidamente ignorado por los Gobiernos.
“Al no haberse cumplido con ese requisito antes del otorgamiento de los permisos, el tribunal dio la razón a la comunidad de Tecoltemi, cuyo territorio fue concesionado sin ser consultada, y dejó “insubsistentes” las dos concesiones de la minera, que sumaban más de 14.000 hectáreas.
“Ahora, Almaden, que ha invertido unos 40 millones de dólares en trabajos de prospección y exploración, está pendiente de que la Secretaría de Economía realice la consulta para después poder recobrar las concesiones, como estableció el tribunal en la sentencia.
“La empresa entiende que continua plenamente vigente el procedimiento de solicitud y que, con ello, mantiene sus derechos adquiridos”, ha señalado en un comunicado. “Minera Gorrión está en la mejor disposición y buscará interactuar con autoridades y comunidades locales para que sea celebrada la consulta”.
La empresa señaló que la Suprema Corte no estableció un plazo para que se realizara la consulta indígena, lo que dejó un amplio margen de maniobra al gobierno.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó a principios de su sexenio que no se otorgarían nuevas concesiones mineras. “Más recientemente, antes de que el máximo tribunal se pronunciara sobre el caso, la Secretaría de Medio Ambiente llamó a los ministros a fallar en favor de la comunidad de Tecoltemi.
“Almaden ha intentado distanciarse de Tecoltemi, un pequeño ejido preocupado por el impacto de la mina sobre el suministro de agua. El proyecto de mina está ubicado a unos kilómetros de la población demandante, aunque las dos concesiones atraviesan parte de su territorio”.
La empresa señaló el martes que “no tiene ningún interés en poseer títulos de concesión que puedan abarcar los terrenos de la comunidad que inició toda esta cuestión legal”. Almaden ya intentó durante el juicio renunciar a la parte que cruzaba por Tecoltemi para así dejar sin efecto el proceso judicial. La petición de la minera fue rechazada por un juez.
“La consulta indígena no es el único escollo al que se enfrenta la empresa. La Secretaría de Medio Ambiente rechazó a finales de 2020 la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), que Almaden encargó a una consultora especializada. La autorización es un requisito para pasar a la fase de explotación.
“Sin embargo, la dependencia federal consideró que el documento presentado subestimaba la presencia indígena en la zona afectada, así como el impacto del proyecto sobre el ecosistema.
Año y medio después de ese rechazo, la empresa canadiense afirmó que la nueva MIA sobre la que trabaja está “sustancialmente completada” y que espera ingresarla una vez el gobierno celebre la consulta indígena. “Minera Gorrión reafirma su compromiso con el Estado de Derecho y con un proyecto minero que traerá́ desarrollo y bienestar a Ixtacamaxtitlán y a México”, insistió.
Mientras, Tecoltemi y las organizaciones sociales que acompañaron el litigio contra Almaden continúan alertas para proteger lo que consideran fue una victoria histórica de los pueblos indígenas frente a los grandes proyectos mineros trasnacionales.
“Estos criterios resultan de gran relevancia pues al constituir jurisprudencia, y, por lo tanto, ser obligatorios, refuerzan los derechos de los pueblos y comunidades indígenas en el país y contribuyen a poner un alto a la imposición del extractivismo minero en los territorios”, concluyeron.
El número de proyectos mineros extranjeros en el estado de Puebla son más de los que nos imaginamos y la mayoría se ubican en regiones indígenas, de ahí que el caso de la canadiense Almaden sea un ejemplo de lo que en el futuro enfrentarán los pueblos que se sienten acosados por los intereses y el capital extranjero, que en su momento fueron avalados por los gobiernos federal y del estado.
Esta historia continuará.
De las anécdotas que se cuentan
Distintas revistas especializadas en Estados Unidos han publicado que la empresa ByteDance, la controladora de TikTok, ha accedido sin su consentimiento, a la información de cientos de miles de usuarios, entre septiembre 2021 y enero 2022.
El acceso fue focalizado a los números telefónicos de los usuarios, que suman docenas de millones en todo el mundo. Ya grave de por sí, el asunto escala cuando la revista Buzz Feed mencionó que ByteDance le ha procesado esa información al gobierno chino.
El tema tiene fundamento. Supuestamente, los datos de los usuarios de Estados Unidos, por ejemplo, son almacenados en servidores de esa nación, pero al parecer las cosas no son así, sino que los datos son enviados a otros lugares. Se mencionaba a Singapur, como “bodega”.
Te puede interesar: México, y sus muchas guerras
ByteDance salió al paso casi de inmediato y empezó a enmarañarse en una serie de declaraciones que empeoraban la anterior. Primero dijo categóricamente que la información se quedaba en los países de origen. Luego, que solo en el caso de los estadounidenses. Después, que Oracle era el que guardaba la información. Y así.
“A medida que continuamos nuestro trabajo esperamos eliminar los datos privados de los usuarios de EUA de nuestros propios centros de datos”, fue la última declaración.
Lo mismo ha ocurrido con Facebook, que un día sí y otro también es acusado de ser proveedor de información privada para distintas agencias estadounidenses. Ni qué decir de WhatsApp, un queso gruyere que permite ser intervenido con extrema facilidad. En menor escala, pero algo similar ocurre con Instagram.
Hay que admitirlo: tal vez el excéntrico y verborrágico Donald Trump, no andaba tan perdido cuando dijo que quería cerrarle la puerta a TikTok, porque era una puerta trasera a los datos occidentales, para beneficio de China.
fcrisanto00@yahoo.com.mx
Twitter @fercrisanto
Facebook: Fernando Alberto Crisanto