Abraham, “El Pelón del Sur”

Abraham, “El Pelón del Sur”, salió caminando, antes del mediodía del 15 de junio, del Penal de San Miguel. Un juez había dado la orden de liberarlo, tras escuchar los contraargumentos de sus abogados, que tumbaron las evidencias en su contra por narcomenudeo y ataques peligrosos.

El 16 de junio, el liberado ingresó a la Casa de Justicia de la 11 Sur, para “firmar”, como parte de las medidas cautelares que el juez le ordenó para liberarlo. Y ahí mismo fue detenido de nueva cuenta. Se comenta que por otros cargos que inexplicablemente, estaban en la reserva, esperando su descongelamiento.

Antes de que saliera en libertad el 15 de junio, 228 días fueron los que este personaje, amo y señor de Minerales del Sur, estuvo inmovilizado, pero no desactivado.

Su pareja, Layla, ha sido el puente entre su numerosa organización y San Miguel.

Layla es sobrina de Rogelio, “El Bocinas”, uno de los cuadros más poderosos de “Los Rojos”, ejecutado en forma peliculesca el 18 de diciembre de 2012 en el Hospital Médica Sur.

Herido de bala por un enfrentamiento en Cuernavaca, Morelos, Rogelio llegó convencido de que podrían atenderlo en la Ciudad de México, sin que sus perseguidores lo encontraran. Se equivocó. Vestidos de médico y con estetoscopio en el cuello, sus homicidas llegaron hasta el nosocomio capitalino para ejecutarlo.

En ese escándalo, las opacidades saltaron: su ingreso se dio mediante una responsiva firmada por su hija y emitida por el IMSS, que alertaba por una carpeta de investigación del 10 de diciembre. El personal del Hospital informó al Ministerio Público de la Coordinación Territorial Tlalpan 3 de que algo no estaba bien con ese lesionado.

Tal Coordinación se tardó cinco días en investigarlo, pero ya para qué. Sin policías que lo custodiaran, sus sicarios ingresaron esa tarde a Terapia Intensiva de la Torre 1.

Uno de ellos portaba un cabestrillo, del cual extrajo un arma calibre .22 y le disparó certeramente, en una sola ocasión.

Cuando se disipó el humo de esa arma, los policías capitalinos miraron a un grupo delictivo: los Guerreros Unidos, aquellos que también están envueltos en el lío de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y que quedaron en el fuego cruzado entre ambas organizaciones criminales.

En el caso de Abraham, dicen los que saben que se combinaron las deficiencias del Ministerio Público para que las carpetas de investigación se enviciaran y fueran fácilmente saltadas por el equipo jurídico de este personaje.

Abraham fue leal a una de las tantas “Reinas del Sur” existentes en Puebla, Beatriz, de quien recibió la estafeta del narcomenudismo en ciertas zonas de la ciudad, en noviembre de 2019.

Las autoridades celebraron largamente la caída de ambos personajes, pero poco duró el gusto frente al absurdo teatro de la “Puerta giratoria”.

La detención de 35 personas que forman parte de su organización, ni remotamente lo debilitó, considerando que ésta última está integrada por cientos. Si acaso se tambaleó su dominio en San Bartolo, pero sigue vigente en Playas del Sur y Constitución Mexicana.

Comentan los expertos que hay una conexión evidente entre el narcomenudismo del sur profundo de la capital poblana y “Los Rojos”, pero esas cosas solo se comentan en los pasillos de Inteligencia, no en los ámbitos de procuración de justicia.

La novela de este personaje, ahora nuevamente preso, y sus intrincadas conexiones con distintos grupos de la delincuencia organizada, ni remotamente ha terminado.

De las anécdotas que se cuentan

Más allá de la Ciudad de México, el nombre de Sandra Cuevas no suena con fuerza.

Se trata de la alcaldesa de Cuauhtémoc, que un día sí y otro también está envuelta en toda clase de líos, tanto con la prensa como con Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno que no escatima esfuerzos para hacerse un clon de Andrés Manuel López Obrador.

El periodista Salvador Camarena ha logrado resumir en unas cuantas líneas, el catálogo de temas que producen escozor sobre la alcaldesa Cuevas: “aventar dinero a los que te apoyan en una manifestación, ya que te aprovechas de su necesidad. Borras los rótulos de los puestos semifijos, que constituían parte de nuestra identidad folclórica, ¿y en cambio los uniformas con el logo de tu ‘gobierno’? Son folclóricas algunas puntadas como permitir los espantosos volumétricos de Bimbo en la Santa María la Ribera o la ‘idea’ de convertir a la decadente Zona Rosa en una copia chafa de Las Vegas”.

La geopolítica de la demarcación Cuauhtémoc es de interés nacional: en ella se encuentran instalaciones de los tres poderes, docenas de oficinas de los corporativos más importantes del país y otros tantos edificios en donde se encuentran multinacionales, además de embajadas y consulados.

Un dato reluce sobre todos.

Apadrinada por Ricardo Monreal, Cuevas fue impulsada y ganó las elecciones de la alcaldía en 2021, como candidata de la coalición “Va por CDMX”, integrada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Monreal suele apostar al largo plazo.

No es de extrañar que vea en Cuevas una corcholata a futuro para el gobierno de la Ciudad de México y por eso es que propios y extraños están aplicándose a fondo para tumbar a la política y empresaria.

Si se cuentan por legiones a los detractores y aplaudidores de la alcaldesa, es por algo.

Carece de sentido el gastar ríos de tinta en ovacionarla y criticarla sin pausas, solo por sus prácticas claramente clientelares. Detrás de ella, está Monreal, quien se mantiene a la sombra, pero no deja de apoyarla.

Después de todo, el propio zacatecano tiene un control monolítico en esa demarcación, que por años ha experimentado ese poder y quien quiera ganar ahí, tiene que pasar el filtro del legislador.

Sheinbaum quiere dejarle el paso a Rosa Icela Rodríguez para cumplir con las órdenes de su jefe y tener otra autoridad de la Ciudad de México con el mismo racero de obediencia ciega a Palacio Nacional.

Probablemente por eso, Cuevas ha pasado del silencio al estruendo cotidiano, en donde le critican hasta los vestidos que porta. Queda claro que no es por ella, sino por su padrino, el mismo que está construyendo a otras candidaturas para tomar el poder en distintas entidades federativas, en 2024.

Cuevas no está sola ni es un proyecto aislado.

Forma parte de algo más amplio para el plan “B” de Monreal: si no se puede obtener una candidatura presidencial, se conformará con varias para competir en algunos estados.

¿Quiénes son las mujeres y los hombres de Monreal para 2024?

La lista es pequeña, pero claramente definida.

Y ahí va avanzando, a la callada, se insiste

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