Para la derecha poblana el helicóptero de los Moreno Valle lo tiraron las mafias del narco y el huachicol

La muerte del matrimonio del senador Rafael Moreno Valle Rosas y la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, ocurrida la tarde de navidad de 2018, no fue un accidente aéreo o un acto de negligencia de la empresa que ese día les rentó un helicóptero, sino se trató de un asesinato planeado por las mafias del robo de combustible –el huachicol— y del narcotráfico. Es lo que expresó en una reciente entrevista el periodista y líder del Frente Anti López Obrador (Frena), Pedro Ferriz de Con, que más allá de la opinión del comunicador es la idea que priva entre la derecha política de Puebla.

Entrevistado por el periodista Gerardo Pérez para el sitio Foro21.mx y el programa por internet Opiniones y Realidades, Ferriz de Con expresó sobre la muerte de los Moreno Valle:

“Fue un asesinato, los bajaron –del helicóptero en que viajaban–, fue un crimen de Estado, ligado con el huachicol y el narcotráfico y, pues, los eliminaron”.

El periodista, actualmente avecindado en Estados Unidos y fuera de las grandes empresas de la radio en México, no explicó más ni dio detalles de sus aseveraciones. Solamente se apresuró a aclarar que, de acuerdo con la versión que él tiene, nada tuvo que ver con ese supuesto doble homicidio el actual gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta.

¿Qué relevancia tiene que lo diga Pedro Ferriz de Con? Que siempre ha sido un periodista muy cercano a la cúpula empresarial de Puebla, en particular de Coparmex y en general, con toda la derecha política de Puebla. Es alguien que sabe lo que se dice y se cree en ese sector conservador de la población.

No es la primera vez que se escucha esa versión en los sectores cercanos al PAN y los grupos empresariales de Puebla.

En marzo de 2020, uno o dos días después de que el gobierno federal ofreció el dictamen final del desplome del helicóptero con matricula XA-BON, un directivo de este periódico conversó –palabras más, palabras menos– con un importante gobernante de la época del dominio del morenovallismo y la preguntó: ¿Tú crees la versión de qué la muerte de Rafael y Martha Érika fue por la negligencia de la empresa que dejó volar la aeronave sabiendo que estaba descompuesta?

La respuesta fue contundente: “No creemos en esa versión”.

¿Entonces si no es así, quiere decir que ustedes creen que fue un atentado? ¿quién podía atreverse a atentar contra ellos?

Entonces dijo otra respuesta corta, contundente y sin abundar: “Había muchos que les tenían ganas. Rafael tenía muchos enemigos”.

Para nadie es un secreto que el huachicol y las redes de narcomenudeo tuvieron un crecimiento exponencial durante el sexenio de Rafael Moreno Valle Rosas.

Que fue el periodo en que se solapó a organizaciones locales del huachicol y eso permitió que dichos grupos se aliaran con dos poderosos cárteles.

Fue la época en que el territorio poblano se lo dividieron el Cartel Jalisco Nueva Generación y una facción de los Zetas, siendo la primera organización la que ejerció el control del llamado Triangulo Rojo y la región de San Martín Texmelucan.

Y que la disputa entre ambos cárteles es la explicación a la ola de ejecuciones, enfrentamientos y desapariciones en los años posteriores al gobierno de Rafael Moreno Valle, violencia que hasta ahora se sigue sintiendo.

Sin embargo, no hay ninguna investigación oficial que hasta ahora relacione esa actividad del crimen organizado con la muerte de Rafael Moreno Valle y su esposa Martha Érika Alonso, que al momento de morir tenía 10 días de gobernar, luego de que había ganado la titularidad del Poder Ejecutivo con un gigantesco fraude en los comicios de julio de 2018 que contó con la complicidad de autoridades electorales.

No obstante, en la derecha prevalece la idea de que la muerte de ese matrimonio habría sido un atentado. Lo interesante de esa versión, es que esos decesos se han buscado asociar con la complicidad que hubo entre la clase política dominante y el crimen organizado a lo largo del morenovallismo.

La versión oficial de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes federal que, su entonces titular Javier Jiménez Espriu ofreció el 27 de marzo de 2020, es que la empresa Servicios Aéreos del Altiplano sabía desde el 13 de abril de 2018 que se encontraba dañado del actualizador lineal del helicóptero –que es una pieza que da estabilidad a una aeronave— y esa falla provocó la tragedia de los Moreno Valle.

Entre el 13 de diciembre y el 24 de diciembre de 2018, se permitió que el helicóptero en cuestión tuviera 32 operaciones, como consecuencia de un mal manejo y administración de ese aparato. El día de navidad, la aeronave a los pocos minutos de partir de la ciudad de Puebla sufrió un alabeo repentino hacia el lado izquierdo, lo cual ocasionó el desplome, según se narra en el peritaje final.

A tres años de distancia de ese episodio que cambió la vida política de Puebla, hay 9 personas en proceso penal esperando sentencia por el delito de homicidio doloso por el aparente mal mantenimiento del helicóptero de la tragedia.