Pedro Tepole perdió el control de la seguridad pública en Tehuacán

En Tehuacán desde hace varias semanas se tiene la firme percepción de que el alcalde de la ciudad, el morenista Pedro Tepole Hernández, ha perdido el control de seguridad pública y esa situación se constata por los continuos asaltos, asesinatos y venta de drogas que ocurren en las calles de esta metrópoli.

Algo extraño ha pasado en los primeros seis meses del actual ayuntamiento de Tehuacán –que es el segundo de Morena de manera continua— pues, aunque el municipio padece una situación complicada de seguridad pública desde hace un lustro, hay nuevos factores altamente preocupantes.

Uno de ellos, es que como pocas veces, se percibe un fuerte incremento del narcomenudeo en calles, parques y algunas colonias populares del municipio. La irrupción del comercio del cristal, que es una metanfetamina muy estimulante y adictiva, se deja sentir con mucha fuerza entre los jóvenes y trabajadores de empresas maquiladoras, granjas y almacenes.

Otro más fue el supuesto “levantón” de un agente de la Policía Municipal cuyo cuerpo desmembrado habría aparecido esta semana en el parque de Las Ninfas, de la capital poblana.

Tales hechos son un reflejo de una presencia más pronunciada del crimen organizado a la que había, por lo menos, con los dos anteriores gobiernos municipales.

La violencia diaria que se vive en Tehuacán plantea dos hipótesis:

La primera: es que “ya se vendió la plaza”, que es una expresión del argot policiaco para describir que un grupo mafioso está pagando para que se le deje funcionar, se le proteja y se le permita desplazar, eliminar, a los grupos que antes controlaban los delitos de más alto impacto.

Una segunda explicación, es que simplemente el gobierno de Pedro Tepole inició y continua sin una estrategia de seguridad para enfrentar la complejidad social de la segunda ciudad más importante del estado, que tiene una población de poco más de 327 mil habitantes.

Tepole, escudándose en la veda electoral que ordenó el Instituto Nacional Electoral, tiene un par de meses que no habla con la prensa, no dialoga con grupos sociales y no da a conocer ningún tipo de proyecto o política pública de su gobierno. Pareciera que de manera prematura ha entrado su gestión en un marasmo y no responde a las inquietudes ciudadana, siendo una de ellas que hay un creciente clima de inseguridad.

Para constatar lo anterior, sólo hay que hacer el recuento de algunos hechos de la última semana y media.

El pasado 4 de abril, en la junta auxiliar de San Nicolás Tetitzintla, un agente de la Policía Municipal que estaba de vacaciones y circulaba en su vehículo privado, fue interceptado por un grupo de personas armadas y se lo llevaron. Ahora existirían indicios de que su cuerpo fue desmembrado y por partes fue echado en bolsas de basura que acabaron depositadas en el Parque de las Ninfas de la capital del estado.

Ese parque es uno de los principales de la capital. Está frente a las oficinas centrales de la Comisión Federal de Electricidad y de un plantel de un bachillerato público. Además, está junto a una de las escuelas más populares de la capital que es Héroes de la República y a unos metros del Hospital Universitario, y en general, en el área de la salud de la Universidad Autónoma de Puebla.

A un costado pasa la avenida 25 Poniente, que es la segunda vialidad más transitada de Puebla.

Por tanto, ese parque no es un lugar aislado, sino uno de los sitios más visibles de la capital. El arrojar ahí los restos de un supuesto policía de Tehuacán parece ser parte de un comportamiento osado del crimen organizado.

El día 6 de este mes, hubo un violento asalto a una unidad del transporte público. Los pasajeros señalaron al chofer como presunto cómplice del robo y la sorpresa mayor, es que el conductor apenas tiene 17 años de edad y manejaba el vehículo con absoluta impunidad.

Un día después, una joven fue objeto de un asalto a mano armada en la avenida Juventud y 21 oriente. El asalto llamó la atención porque parecía que los ladrones no solamente querían robar, sino matar a la víctima del atraco.

Tres días más tarde, en un asalto a una taquería, matan a tres comensales. Una mujer falleció en el lugar de los hechos y dos más cuando recibían atención médica.

Ese mismo día, domingo 10 de abril, fue asaltada una maquiladora ubicada en la calle Centenario, entre 7 y 9 Oriente, muy cerca del centro de la ciudad.

Ayer martes, un grupo de mujeres que hacían deporte en el parque El Riego fueron asaltadas por un grupo de cuatro hombres armados.

Y por si fuera poco, dos tiendas de conveniencia fueron objetos de violentos asaltos.