Ni crítico ni propositivo, el papel de Néstor Camarillo en el Congreso local

Al cumplirse ya dos periodos ordinarios de sesiones del Congreso local, destaca el desempeño intrascendente del diputado y presidente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, que no ejerce su papel de opositor de la 4T, tampoco es propositivo –ya que no ha presentado una sola iniciativa–, no debate con nadie, no tiene una posición crítica en un solo tema. Pareciera que su único interés es cobrar un doble sueldo, como legislador y como dirigente partidista.

Néstor Camarillo no puede ser solo un diputado más del montón, por ser la figura, la voz, la autoridad, que representa en el estado de Puebla al Partido Revolucionario Institucional. Sin embargo, pareciera que el objetivo del dirigente es que la fracción priista se mantenga como una oposición leal, o mejor dicho, sumisa a la 4T.

Una actitud que no es nueva, pues otros ex dirigentes del tricolor, como Fernando Morales Martínez y Javier Casique Zárate, estuvieron bajo las órdenes del morenovallismo y colaborando a favor de los intereses del Partido Acción Nacional. Lo que sumió al partido en el desplome electoral más pronunciado de toda su historia.

Lo que sorprende ahora, es que Néstor Camarillo de manera prematura está impulsando — con dos años de anticipación—la construcción de una alianza opositora entre el PRI y el PAN para derrotar a Morena en la sucesión de 2024; pero al mismo tiempo se mantiene acrítico en contra de la 4T, toda vez que es en el espacio legislativo donde podría aportar mucho para construir un contrapeso a los gobiernos morenistas.

Pareciera que el dirigente tricolor quiere quedar bien con tirios y troyanos al mismo tiempo. Quiere una alianza contra Morena y su vez, es uno de los diputados más lisonjeros con el gobierno del estado, de extracción morenista. Al final su actuación es carente de todo compromiso, color, sabor e intención.

Se pone de tapete

La frase que se dice mucho contra Néstor Camarillo dentro del tricolor es la siguiente: es el dirigente del partido, pero no líder del PRI.

Un problema fundamental que enfrenta Néstor Camarillo en el Congreso local es su inexperiencia y que todo el tiempo, es opacado por su compañero de bancada Jorge Estefan Chidiac, quien es el experto en temas financieros, en negociaciones políticas y en relaciones con la cúpula nacional del PRI.

Prueba de lo anterior, es que Jorge Estefan desde ahora se anda promoviendo como el principal aspirante a ser candidato al Senado en 2024, sabedor que tiene el apoyo de alcaldes, diputados locales y federales, de dirigentes partidistas de diferentes regiones del estado, debido a que invade el espacio de Néstor Camarillo, como figura central del PRI poblano.

En el ámbito legislativo, el presidente estatal del PRI nunca ha podido presentar una sola iniciativa. No propone nada. No debate. No parece tener temas de interés.

Su nombre aparece en una iniciativa, pero está firmada a la vez por Isabel Merlo Talavera, quien es también legisladora y secretaria general del PRI. Todo mundo sabe que es quien hace la “talacha” en el partido.

Hasta ahora, lo único relevante que ha planteado Camarillo Medina es haberse pronunciado a favor de la despenalización del aborto, un día después de las movilizaciones feministas del 8 de marzo.

Sin duda es un importante aporte –que se le agradece – a la defensa de los derechos de género, que en Puebla siempre se han marginado por el dominio político de fuerzas conservadoras. Pero desde el punto de vista político es otro desacierto del dirigente tricolor, por ser un tema que causa repulsión, urticaria, a sus aliados del PAN, cuya mentalidad obtusa domina su comportamiento.

Otro aspecto por el que cobró notoriedad la labor legislativa de Néstor Camarillo es que cuando compareció la secretaria de Gobernación, Ana Lucia Hill Mayoral, ni los diputados de Morena o del PT, llegaron al grado extremo de halagos, tal como lo hizo el presidente estatal del PRI.

Solo hay que revisar esta parte de su discurso frente a la secretaria de Gobernación:

“Con usted hay apertura para escuchar las voces de los representantes políticos y destaca su institucionalidad con las fuerzas políticas que existen en el estado de Puebla, demostrando en todo momento profesionalismo y alto grado de responsabilidad en el cargo conferido. Lamentamos aquellas voces que expresan que usted es la cara amable de la dependencia a su cargo”.

Solo le faltó gritar: ¡AMLO seis años más!