En un clima donde retumban los tambores de guerra entre Estados Unidos y sus socios de la Comunidad Económica contra Rusia, por la invasión a Ucrania, y la diplomacia va quedando a un lado, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador lanzó acusaciones de injerencista al gobierno demócrata de Joe Biden y calla ante las sugerencia y amenazas de invasión del republicano Donald Trump.
Para empezar, el martes el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pidió a México mayor rendición de cuentas en los casos de periodistas asesinados en el país uniéndose a senadores demócratas y republicanos estadounidenses que han denunciado la ola de violencia que afecta a la prensa mexicana.
Está claro que llevó intención el breve mensaje que es la primera declaración de un miembro del gabinete del presidente Biden sobre el tema, Blinken solicitó además más protección para los periodistas mexicanos haciendo énfasis en la ola criminal que ha cobrado la vida a 5 de ellos según el Comité para la Protección de los Periodistas.
"El alto número de periodistas asesinados en México este año y las continuas amenazas que enfrentan son preocupantes. Me uno a quienes piden mayor rendición de cuentas y protección para los periodistas mexicanos. Mi corazón está con los seres queridos de aquellos que dieron su vida por la verdad". dijo el diplomático en un mensaje en su cuenta de Twitter.
En menos de 24 horas y luego que el Secretario de Estado pidiera mayor rendición de cuentas en los casos de periodistas asesinados y mayor protección para estos, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que Antony Blinken actúa de manera injerencista.
"Desde luego es muy lamentable que haya asesinatos de periodistas, ya lo sabemos, nada más que en todos los casos se está actuando, no hay impunidad, no son crímenes de Estado. Y si el jefe del departamento de Estado del Gobierno de Estados Unidos interviene, pues yo pienso que no sabe, no está bien informado de esta situación porque no hay crímenes de Estado.
En su mañanera de Palacio Nacional, el mandatario federal aseguró que Blinken está mal informado y lo llamó a dar una explicación de por qué Estados Unidos financia a sus adversarios.
"Pues yo creo que (Blinken) está mal informado porque, de lo contrario, estaría actuando de mala fe, lo que él está sosteniendo no es cierto. Pero, en Estados Unidos, los Gobiernos tienen esa mala costumbre y de que sean candil de la calle y oscuridad de la casa, no de ahora, eh, pues estamos recordando lo del intervencionismo del Embajador de EU en un asunto que nos duele profundamente.
"Y también eso demuestra de que existe mucha vinculación entre los grupos conservadores de México con el Gobierno de Estados Unidos. A mí me gustaría que, ya que está actuando y está opinando el señor Blinken, que nos informe el por qué están financiando a un grupo opositor a un Gobierno legal, legítimo. ¿Por qué le están dando dinero al grupo de Claudio X. González?, que me responda eso", pidió López Obrador.
El tema lo abordó durante un largo rato de su conferencia y en ocasiones sin pregunta de por medio, pero no dijo nada de las declaraciones de “su amigo” Donald Trump, quien el miércoles sugirió en uno de sus incendiarios comentarios, ahora sobre Ucrania y Rusia, al considerar que las acciones militares de Vladimir Putin han sido “geniales” y que incluso deberían implementarse en la frontera sur de Estados Unidos, con México.
“Esto es genial”, dijo Trump al describir las acciones de Putin en la frontera con Ucrania, donde ha desplegado más de 150,000 soldados.
El republicano se refiere a que Putin declarara dos territorios de Ucrania como “independientes”, así justifica su ingreso. “Eso es maravilloso”, la invasión expresó en una entrevista a Clay Travis y Buck Sexton. “Y va a ingresar y ser un pacificador. Esa es la fuerza de paz más fuerte… Podríamos usar eso en nuestra frontera sur”.
“Van a mantener la paz bien. No, pero piénsalo. Aquí hay un tipo que es muy inteligente… Lo conozco muy bien. Muy muy bien”.
De eso, que mande Estados Unidos comandos armados a la frontera con México como fuerza de pacificación y si es necesario invada el país para evitar la entrada de ilegales no recibió respuesta de López Obrador, quien en este momento tiene pésimas relaciones con nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, que está a punto de empezar una guerra contra Rusia y requiere solidaridad, no reclamos por algo que nos preocupa a todos, la violencia mexicana que aterra.
De las anécdotas que se cuentan
Prácticamente no hay índice de mortalidad en el mundo que sea más alto que el de México, por lo que se refiere a Covid-19. En la mayoría de los casos, aparece en un primer lugar.
Pero, a la hora de hacer números, nada cuadra.
Para entender mejor el análisis, se recomienda consultar el sitio especializado en estadísticas sobre el Covid-19: https://www.worldometers.info/coronavirus/
Al 4 de febrero, México llevaba 35 mil 243 casos nuevos en 24 horas, con 5 millones 141 mil 291 casos acumulados. En el rubro de muertes, sumaba 309 mil 417 y 588 nuevos decesos.
El portal señala que México tiene una población de 131 millones 093 mil 121 personas y ha aplicado 14 millones 404 mil 278 pruebas para detectar COVID; es decir, 109 mil 878 pruebas por cada millón de personas.
Aparentemente, por cada 10 personas, una ha recibido una prueba. Pero aquí hay algo peor: las cuentas del portal apuntan 2 mil 360 muertes por millón, que es una cifra alarmante. 309 mil 417 defunciones, en total.
Aquí es donde hay que tomar en cuenta que, la pandemia va para tres años.
Si el número total de pruebas se divide entre tres, dan 4 millones 801 mil 426 por año. Esta simple operación aritmética expone el problema: ¿4 millones 800 mil pruebas son suficientes para identificar lo que ocurre en una población de 100 millones, redondeando?
La respuesta es muy simple: sería suficiente si se hiciera un muestreo como lo marca la estadística, para que fuera representativo de toda la población, pero esto no es así. Las pruebas se hacen sin ninguna lógica de muestreo sino como se van ofreciendo a lo largo y ancho de toda la República.
Y, además, el virus tendría que darse una sola vez en las personas que enferma, para que pudiera descartarse en los que ya lo padecieron.
Pero esto, tampoco es cierto.
Por otra parte, tampoco puede considerarse que el número de pruebas se haya repartido en el mismo número de personas porque usualmente, cuando alguien enferma se hace la prueba al menos una vez más, lo que reduce la cantidad de exámenes distribuidos entre la población.
Esto quiere decir que los 14 millones 404 mil 278 pruebas no se aplicaron a igual número de individuos, sino que muchas se dieron en las mismas personas, lo que permite inferir que el verdadero número de mexicanos que se han hecho una prueba, es mucho menor.
Por lo anterior, el tamaño de las muertes (309 mil 417 defunciones) es tan grande respecto al número de casos (5 millones 141 mil 291 casos acumulados). En pocas palabras, 14 millones de pruebas para más de 100 millones de personas en tres años no es una cifra baja, sino un fracaso absoluto en el control de la pandemia.
Así que hay dos conclusiones. La primera es que el país está hambriento de pruebas para ubicar al Covid-19 pero no de ahora, sino desde que inició la pandemia.
Y la segunda es que, si usted se ha hecho una prueba, considérese afortunado porque representa a una minoría en este país.
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