Estefan ya está en campaña, por si no se da la alianza con el PAN en el 24

El fin de semana los dos principales alcaldes del PRI en el estado, José Luis Márquez Martínez y Lorenzo Rivera Nava, no solamente rindieron sus informes por los primeros 100 días de gobierno al frente de los ayuntamientos de Zacatlán y Chignahuapan, respectivamente, sino ambos tuvieron como invitado principal a Jorge Estefan Chidiac, el coordinador de la bancada priista en el Congreso local. Esa presencia no es una visita convencional, es un intento del legislador de controlar el proyecto del tricolor en la sucesión de 2024.

Estefan se encuentra recorriendo, tentando, el estado para definir el proyecto político de aquí a tres años que, podría tener dos vertientes:

Primera: que el ya tres veces ex diputado federal pudiera ser candidato a senador de la República de concretarse una alianza entre el PRI y el PAN, en la cual seguramente el blanquiazul se quedaría con la nominación a la gubernatura y cedería al tricolor las postulaciones a la cámara alta del Congreso de la Unión.

O que el político de origen oaxaqueño sea el candidato a gobernador de Puebla en el hipotético escenario de que el PRI decidiera no ir de la mano del PAN a la siguiente contienda.

Se dice, que Jorge Estefan es de las voces internas del PRI que preferirían no unirse con el Partido Acción Nacional y mejor negociar con Morena, la fuerza política –que por ahora—tendría más posibilidades de ganar la próxima contienda por la titularidad del Poder Ejecutivo estatal.

Más allá de cualquiera de los dos escenarios, lo que queda claro es que Estafan Chidiac está aprovechando, o mejor dicho busca llenar, el vacío de liderazgos y control del PRI poblano.

Quiere ser la figura central del PRI que en 2024 haga negociaciones con aliados y adversarios, que defina las candidaturas a cargos de elección más importantes del tricolor, que marque el derrotero del partido a nivel estatal y tenga una relación estrecha con la cúpula nacional de esta fuerza política.

Y es que tiene todas las condiciones a su favor, sólo hay que observar el siguiente panorama:

La figura de Jorge Estefan ensombrece, desplaza, minimiza, al presidente estatal del PRI, Néstor Camarillo Mediana, quien carece de liderazgo, de grupo político, de presencia como diputado local, de una visión de como sacar al partido del marasmo en que se encuentra hundido.

Aprovecha que Javier Casique Zárate fue defenestrado como secretario de Acción Electoral del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y ha perdido todo su capital político, que le había permitido controlar al tricolor en los últimos tres años.

También está usando la ventaja de que Enrique Doger Guerrero, el ex alcalde de la ciudad de Puebla, está comprometido con el proyecto del coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velazco, en la intención de este último de buscar ser el candidato morenista a la gubernatura poblana.

Estefan tiene una alianza con la ex senadora Blanca Alcalá Ruiz, quien es la figura priista de Puebla con más presencia en el CEN priista, junto con Lázaro Jiménez Quino, quien es diputado federal.

Tiene a su favor que el ex gobernador Melquiades Morales Flores ha dejado a un lado su activismo político y únicamente está dedicado a ser una figura emblemática en el PRI. Su grupo político ya se dispersó.

Y que el ex mandatario Mario Marín Torres está en la cárcel –en Quintana Roo por el llamado Lydiagate—y toda su estructura político-electoral está paralizada, desactivada y fuera del PRI, ya que muchos de sus integrantes le apuestan a ser parte del proyecto del senador morenista Alejandro Armenta Mier, quien también busca llegar al despacho principal de Casa Aguayo.

Otro factor favorable es que el ex candidato a la gubernatura Javier López Zavala desarrolla un activismo permanente, pero de bajo perfil, tendiente a esperar que llegue la coyuntura de 2024 para decidir si se sube al proyecto de Jorge Estefan Chidiac o de Alejandro Armenta Mier.

Actualmente en el PRI poblano no hay disidencia o una fuerza política que haga contrapeso a quienes forman parte de la cúpula del partido.

Tampoco hay líderes que pudieran escalar y convertirse en los nuevos rostros de esta fuerza política.

De hecho, el tricolor tiene 30 años que no ha podido renovarse, pues en cada proceso electoral participan los mismos grupos que están gravitando en el tricolor desde que Manuel Bartlett Díaz –quien ahora es un importante y poderoso miembro de la 4T—fue gobernador de la entidad poblana.

Estefan llegó a Puebla de la mano de Bartlett y actualmente, es la figura más poderosa y relevante del PRI.