Ana Tere Aranda, la piedra en el zapato de Genoveva Huerta

La idea de lanzar a la diputada federal Ana Teresa Aranda Orozco en fórmula con Marcos Castro Martínez para disputarle la dirigencia estatal del PAN a Genoveva Huerta Villegas es una apuesta polémica, que pondrá en entredicho las elecciones internas de este partido.

Pero también es una apuesta arriesgada para quienes han decidido apoyar su registro y recolectar firmas para que pueda hacerlo, con el compromiso de que renuncie a los pocos meses de haber rendido protesta para dejarle la presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE) al que será su secretario general en la planilla, es decir, Castro Martínez.

Quienes así lo creen, comenzando por el propio Marcos Castro, son unos ingenuos que no conocen a la señora. Ella difícilmente asumirá el rol de “Juanita”, así se los haya jurado y prometido.

Ciertamente Ana Teresa Aranda es una carta fuerte y competitiva, ampliamente conocida por los cargos de elección popular a los que ha sido postulada, incluyendo la candidatura a la gubernatura de Puebla; por los puestos que ha desempeñado a nivel nacional, como diputada federal, directora del DIF y secretaria de Desarrollo Social; por sus relaciones con distintos cuadros y estructuras estatales y municipales del PAN, y por su postura crítica y antagónica de figuras como los ex gobernadores panistas Rafael Moreno Valle y José Antonio Gali Fayad.

Sin embargo, su registro podría ser impugnado por su principal adversaria, Genoveva Huerta Villegas, ya que en estricto sentido la señora Aranda no cumple con los artículos 72 y 73 de los Estatutos Generales del PAN, que establecen que para ser integrante o presidente del CDE se requiere una antigüedad en el partido de por lo menos 5 años.

Y es que 2016 Ana Teresa renunció, o al menos así lo declaró de manera reiterada, a su militancia panista de casi 30 años, para contender por la gubernatura de Puebla como candidata independiente.

Esta situación es la que nos lleva a afirmar que, la decisión de Ana Teresa Aranda de dirigir por segunda ocasión los destinos del CDE del PAN, podría poner en entredicho la legalidad de las elecciones internas de este instituto político.

De entrada, porque se antoja difícil que la Comisión Estatal Organizadora del proceso de renovación del CDE del PAN le niegue el registro a una de sus figuras más emblemáticas, sobre todo si logra reunir el 10 por ciento de firmas de apoyo de miembros del partido.

Además, si la Comisión Estatal Organizadora rechaza su registro y el Comité Ejecutivo Nacional del PAN avala tal decisión, con el argumento de que la señora Aranda no cumple en estricto sentido con los artículos 72 y 73 de los estatutos, se confirmaría que la convocatoria y el proceso interno fueron trajes a la medida para la reelección de Genoveva Huerta, con el aval de su principal promotor e impulsor, Marko Cortés Mendoza, el dirigente nacional que también busca reelegirse.

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