Municipios Puebla

Este jueves venció el plazo, con prórroga incluida, que tenían los partidos políticos para acreditar representantes ante las mesas directivas de casilla.

En la entidad poblana se instalarán 7 mil 547 casillas, de las cuales 2 mil 101 corresponden a la capital del estado, distribuidas en los siete distritos locales en que se divide.

Según la normatividad vigente, los partidos políticos nacionales tienen derecho a registrar hasta cuatro representantes en casillas donde se celebrarán elecciones locales y federales, como en el caso de Puebla.

Originalmente el plazo para acreditar representantes generales y de casilla se fijó para el sábado 16 de junio, pero el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) acordó ampliarlo hasta hoy jueves.

Lo anterior viene a cuento porque Morena y sus partidos aliados, el PT y el PES no cubrieron la totalidad de las casillas que se instalarán para la jornada comicial del 1 de julio.

En una elección tan cerrada y competitiva, y con la horda de simpatizantes que tiene la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, resulta inaudito que Morena y sus dos partidos aliados en la coalición Juntos Haremos Historia, no hayan acreditado al cien por ciento de representantes de casillas.

Sobre todo conociendo al adversario con el que compiten, el morenovallismo, que hará hasta lo imposible por mantener la gubernatura con Martha Erika Alonso Hidalgo, aunque tengan que perder la mayoría de las diputaciones locales y las principales presidencias municipales de la entidad.

De acuerdo con datos preliminares, Morena cubrió con representantes propietarios el 98% de las casillas y con representantes suplentes el 81%. Sin embargo la cobertura del PT y el PES está muy lejos de llegar al 50%.

De los cuatro representantes que Morena podría acreditar en cada casilla, solo tuvo gente para uno.

¿Y así quieren ganar los comicios para gobernador?

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No lo cuente en voz alta pero trasciende que las reuniones de José Antonio Meade y su equipo electoral con los dirigentes del priísmo poblano, han sido poco tersas y que los reclamos de simulación y de falta de apoyo de uno y otro lado no han escaseado.

La primera reunión se efectuó el martes y ahí los miembros del equipo de campaña se quejaron del poco o nulo trabajo de los priístas de Puebla a favor de la campaña de Meade.

Los enterados dicen que la reunión se calentó a tal grado que Enrique Doger se retiró de ella, pero que su coordinador general de campaña Germán Sierra Sánchez fue muy crítico del abanderado presidencial.

El desayuno de hoy fue menos rudo, aunque Meade no dejó de advertir cierta simulación, y los priístas de Puebla en quejarse de falta de apoyo. Incluso no faltó quien dijera que el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, que iba a apadrinar la campaña de Doger Guerrero se hizo como El Tío Lolo en eso de enviar recursos.

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En el último tramo de las campañas políticas, un candidato del PRI a diputado federal que ha recibido amenazas directas que vienen de quien fuera su compañera de partido, es Ramón Fernández Solana.

A través de terceros, al ex secretario particular de Mario Marín le han advertido que será víctima de una guerra sucia intensa. Ya en semanas pasadas al priísta lo han tratado de extorsionar con chantajes telefónicos y anónimos.

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