El apretón entre el obradorista Yáñez y el filo panista Gali

No fue la lisonja que los diputados morenistas Julio Huerta o Roberto Zatarain prodigaron al ex gobernador Antonio Gali Fayad lo que más curiosidad despertó desde el palco de invitados especiales para asistir a la ceremonia inaugural de la nueva sede del Congreso del Estado este lunes, con el que arranca la semana del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Y no lo sería pues la condición de teloneros en la políticaaldeana, crecidos a la sombra de alguien que llegó mástemprano que ambos a la esfera pública los coloca en su justa dimensión y no por méritos propios, sino por la pertenencia de sangre o picaporte de alcoba. 

Ya sin la combatividad de Miguel Barbosa ni la fuerza del liderazgo de Andrés Manuel López Obrador en el proscenio, todo fue como lo dictan las historias de ficción y candor de las producciones que llenan de príncipes azules y princesas la pantalla: y vivieron felices para siempre.    

Y es que tuvieron que pasar casi 73 meses desde aquel apretón de manos que César Yáñez Centeno y Gali Fayad protagonizaron el 1 de octubre de 2018 cuando el hombre de mayor confianza del entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador y el ex mandatario protagonizaron en la Capilla del Rosario, en pleno corazón de la capital poblana.

Al medio día de este lunes 18 el subsecretario de Gobernación y el poblano volvieron a darse la mano. Como símbolo de la cortesía política que priva en Puebla sellaron el saludo con un abrazo y un par de palmadas en la espalda en el contexto de la inauguración de la nueva sede del legislativa, con el gobernador Céspedes Peregrina y la presidenta del Legislativo, Luisa Artemisa como testigos.

Hace poco más de seis años, el 1 de octubre de 2018 el funcionario de la presidenta Claudia Sheiunbaum contrajo nupcias con Dulce Silva, una empresaria de origen tlaxcalteca que fue encarcelada por el gobierno del difunto Rafael Moreno Valle en el contexto de un litigio por una propiedad. 

El morbo político se alimentó por la relación que el hombre de mayor cercanía con AMLO tenía con una mujer desconocida en el mundillo de la política hasta que el panismo de Moreno Valle la hizo crecer como mártir.

Aunque con matices, Gali Fayad era visto como la extensión del grupo panista y la presencia de López Obrador y el ex mandatario en la ceremonia de enlace civil en aquel octubre de 2018, como testigos ambos de los novios, quedó desplazada por la fastuosidad y ostentación de una relación entre dos adultos que saltó a la escena nacional a la sombra de un movimiento que proclamó en todos los foros primero los pobres.

La portada de la revista del corazón por excelencia para la alta sociedad en México e Iberoamérica Hola con los novios sonrientes y felices en porada era en si mismo la antitesis de la filosfía lopezobradorista: No mentir, no robar y no traicionar.

El hecho de la presencia de Gali Fayad y su esposa al lado de Beatriz Gutiérrez Müller y su marido, López Obrador en el enlace civil, se llegó a especuar, fue la razón por la que Yáñez Centeno, el eficiente vocero y consejero del líder de la oposición de aquellos años, fuera enviado a un cargo menor en palacio nacional. Nunca se confirmó, salvo que en fecto, hubo un reproche presidencial pero en privado.

El ambiente de camaradería, sin fobias políticas ni trabas ideológicas son resultado del trabajo y convicción de Sergio Salomón Céspedes Peregrina. La escena en la imponente sala de plenos deberá estar en la historia de Puebla.

@FerMaldonadoMX

 

clh