Edil independiente de Pahuatlán, en el limbo: no hay obra ni proyecto de gobierno
En los comicios de junio de 2021, Eduardo Romero Romero fue la sensación por haber ganado como candidato independiente la alcaldía de Pahuatlán, pero ahora es la gran decepción, pues a 10 meses de que llegó al cargo no hay obra pública ni un proyecto de gobierno destacado. Se ha reducido a ser un personaje que vive en las 4 paredes de su oficina y tiene poco contacto con la población del municipio.
Paradójicamente el principal y único logro de su gestión, que se le tiene que aplaudir, no ha gustado nada a importantes sectores de la población y ha despertado una fuerte animadversión en su contra.
Romero logró activar a la Policía Municipal de Pahuatlán y que los agentes de la corporación dejarán de ser meros testigos de muchas actividades ilícitas que ocurren en esta comunidad otomí y nahua, tal como pasaba con anteriores administraciones. En ese sentido, por primera vez se ha logrado encarcelar a varios “huachicoleros” de la región, que tenían un impune negocio de venta de gasolina y diésel robados.
Más allá del tema de la gasolina robada, el gobierno del edil de Pahuatlán no gusta a la población por las siguientes razones:
Eduardo Romero Romero es el tercer candidato independiente en triunfar en una elección de alcalde en toda la historia de Puebla. En los comicios de 2021, fue el único en el estado que ganó las votaciones sin haber sido postulado por un partido político.
Este empresario de la industria del plástico, en la campaña electoral de hace 11 meses se destacó porque presentó un diagnóstico de las carencias de Pahuatlán y ofreció resolver cada una de ellas.
Siempre destacó en su discurso que siendo esta comunidad “un pueblo mágico”, no tenía la infraestructura básica para atraer turismo y dijo que sería su prioridad trabajar en esa necesidad. También ofreció escuelas, caminos y clínicas de salud.
A 10 meses de distancia de que asumió el cargo de edil, fuera de unas pequeñas obras, no hay nada de lo que prometió. Al parecer por dos razones: primero porque como candidato no se percató de las limitadas finanzas del ayuntamiento de Pahuatlán, que no alcanzan para resolver las graves carencias de servicios públicos.
Y en segundo lugar, porque su equipo de trabajo no ha tenido la capacidad de elaborar proyectos y gestionar recursos del erario, adicionales al presupuesto anual del ayuntamiento.
El edil al final actúa como un gerente de empresa: casi todos los días su agenda de trabajo se reduce a atender en su oficina del Palacio Municipal y poco se relaciona con la población. Hace pocos recorridos por la demarcación. Pareciera que únicamente le interesa lo que pasa en el inmueble de la alcaldía e ignora lo que sucede en el exterior.
De manera sorprendente, lejos de buscar como cumplir, aunque sea un mínimo de sus promesas de campaña, ya está pensando en buscar la reelección.
Y es que el alcalde vive en la fantasía de que el ganó la elección por su popularidad personal y no entiende que, venció a la coalición del PAN y el PRD por 17 puntos de ventaja, por el hartazgo que había al matrimonio de Arturo Hernández Santos y María Guadalupe Ramírez Aparicio, que habían gobernado por 11 años el municipio.
Arturo Hernández primero fue regidor de Gobernación y era quien manejaba los hilos del ayuntamiento. Luego fue edil por un periodo de 4 años y 8 meses. Por último, su esposa María Guadalupe Ramírez fue la presidenta municipal entre 2018 y 2021. Todo ese largo periodo el matrimonio fue respaldado por el PRD y el PAN, pero sobre todo por el extinto ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
En Pahuatlán hay un dicho: “Los que ya bailaron, que se sienten y dejen bailar a los demás”. Bajo esa lógica, la gente sufragó por el candidato independiente para evitar que Arturo Hernández siguiera controlando el ayuntamiento, a través de un aspirante que él impulsó bajo las siglas del PAN y el PRD.
Ahora entre la población hay mucha decepción por el desempeño del alcalde Eduardo Romero y el edil no se percata del desencantó que provocó entre sus gobernados.
Mientras que el matrimonio de Arturo Hernández Santos y Guadalupe Ramírez Aparicio ya se frotan las manos para regresar por la disputa de la alcaldía en 2024.

