Loretta Ortiz… ¿Presidenta de la Suprema Corte?
Viernes, Enero 31, 2025 - 11:46
El activismo político, visitas a los estados, encuentros con asociaciones y barras de abogados, a escuelas especializadas en Derecho, con agrupaciones sindicales y presencia en los medios de comunicación, llevan a la interrogante: ¿La Ministra Loretta Ortiz Ahlf será la próxima Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación?
Todo hace indicar que así será.
Porque resulta, que únicamente 3 ministras: Yasmín Esquivel Mossa, Lenia Batres Guadarrama y Loretta Ortiz, -mismas que ingresaron a la Corte a propuesta de Andrés Manuel López Obrador al Senado- decidieron participar en la elección, a través del voto ciudadano.
Los ocho ministros restantes: Alberto Pérez Dayán, Luis González Alcántara Carrancá, Ana Margarita Ríos Farjat, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Javier Laynez Potisek, Luis María Aguilar Morales y Norma Lucía Piña Hernández –Ministra Presidenta de la Corte-, decidieron retirarse con sus respectivos haberes y pago de jubilación.
Yasmín Esquivel y Lenia Batres, hasta hoy, han guardo un bajo perfil, salvo algunas participaciones en redes y escazas entrevistas en los medios.
A contrario sensu, la togada Ortiz Ahlf camina y camina en abierto proselitismo.
Su transitar en la política, campo académico y jurídico es amplio.
Fue Diputada Federal por la cuarta circunscripción del PT, periodo septiembre 2012-agosto 2015.
Participó en el Partido del Trabajo del 2012 al 2014 y del 2014 a 2018 en el Movimiento de Regeneración Nacional –Morena-, al que renunció al incorporarse al Poder Judicial Federal.
Fue investigadora del Consultor Jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores; asesora en la Dirección Adjunta del Banco de México; Directora Jurídica de Conaculta.
Fue integrante del Consejo de la Judicatura y electa Ministra de la SCJN por el Senado el 23 de noviembre de 2021.
Tiene Licenciatura en Derecho por la Escuela Libre de Derecho; Posgrado en Derechos Humanos por la Universidad Iberoamericana y Doctorado en Derechos Humanos y Derecho Comunitario Europeo por la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Ha sido muy cuidadosa en sus participaciones.
No así cuando presenta el diagnóstico del estado en que se encuentra la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
EL SISTEMA JUDICIAL ESTÁ “TOTALMENTE PODRIDO”
En entrevista con La Jornada, Loretta Ortiz soltó:
“El sistema judicial está totalmente podrido”.
“Con la reforma en la materia, la más importantes desde 1917, la ciudadanía decidirá quiénes harán justicia”.
Resalta el tamaño de la descomposición judicial con casos como el de los límites entre Veracruz, Oaxaca y Chiapas, en los Chimalapas, en el que Fernando Franco, propuesto por Vicente Fox, dictó una sentencia equivocada, la cual ha impedido que haya paz en la zona.
“La mayoría o muchos piensan o escucharon la información de que la enmienda al Poder Judicial tenía como causal que el presidente Andrés Manuel López Obrador estaba molesto con la Corte actual; que ese era el principal motor, la raíz por la que se emprendió la iniciativa, y eso es falso.
Dice al periodista Miguel Ángel Velázquez: La verdad es que desde hace más de 20 años, el relator especial de Naciones Unidas sobre acceso a la justicia nos hizo un informe, igual que a otros países. Estaba como ministro presidente Mariano Azuela Güitrón. Ahí se señalaban y puntualizaban la mayoría de las razones y motivos por los cuales se hizo ahora la reforma. Una de ellas: lo largo de los procesos, pero además la corrupción; que no debería estar unificado el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) con la SCJN y que el acceso a la justicia de la gente con menos recursos sólo se lograba si se tenía buenos abogados, esa era una muy grande preocupación. Por eso esta reforma es la más importante que ha tenido la Constitución desde 1917.
–Hay una cosa que seguramente le interesa mucho a la gente: me refiero a la autonomía de la Suprema Corte. ¿Sí se gozaba de plena autonomía, nadie intervenía en las decisiones, o desde algunos otros intereses fuera de la SCJN se impedía que la justicia fuera rápida y expedita?
Mira, yo digo que los ministros estábamos en el Olimpo de los dioses. Yo era Afrodita y estaba ahí tocando mi lira y los otros ministros tocando otros instrumentos. Ahí estábamos felices sin tener contacto con la ciudadanía. ¿Cómo vamos a saber, a conocer la realidad que estamos llamados a cambiar? Imposible sin una dosis de realidad. Somos servidores públicos y nos debemos a la ciudadanía, no a los grandes intereses. Los que nos van a ver son los representantes de los grandes intereses, los de los grandes despachos, los que pueden pagar grandes cantidades. Hay grandes empresas que tienen más de 100 abogados. ¿Qué va a hacer un trabajador contra el jurídico de una de esas empresas? Esa no es justicia, nunca será justicia.
Al tamaño de la descomposición del Poder Judicial, la ministra Ortiz Ahlf pone ejemplos, memorias de dolor: “No hace mucho tiempo, hace como dos meses y medio, un poco más, detuvieron a un miembro de la Corte que estaba en la sección de Norma Piña (ministra presidenta), en la secretaría general de la presidencia: lo acusaron de violación. (Yo conocí) casos de acoso sexual en el CJF en los que no podíamos hacer nada.
–¿Qué estábamos viviendo?
Una situación que exigía estos cambios; una situación que requería que los principales intereses de las más altas esferas del Poder Judicial de la Federación no fueran los únicos con peso: que fueran los problemas de la ciudadanía, de los comunes mortales, porque si no se resuelven los problemas de justicia social, no se logra, no se tiene paz.
–En ese sentido, ¿podíamos decir que la Suprema Corte, con sus intereses y dilaciones, era una generadora de violencia?
La ministra responde esta vez con una pregunta: “¿Por qué es tan importante la justicia? Porque precisamente resuelve los problemas sociales que tienen las personas. Todas las personas, cuando tenemos un conflicto, lo que queremos es que se resuelva, y para eso está la justicia cercana, justicia cotidiana, esa justicia que nos ha sido arrebatada a la mayoría de los ciudadanos.
“Es verdad, tienes los tribunales abiertos, sí. ¿Tienes acceso a que se resuelvan? Pues sí, pero no sabes cuándo. Hay juicios laborales que tardan cinco años, seis, 10.
¿Justicia?, ¿eso es justicia? No se puede hablar de una justicia retardada. La justicia que no es pronta y expedita es justicia denegada. En las comunidades tenemos muchos ejemplos: se cometen linchamientos, se hace justicia por mano propia, y eso es lo que queremos evitar…”
Loretta Ortiz abre un paréntesis: También debería hacerse la reforma a las fiscalías, porque si no, estaría incompleta, arrancaría incompleta, insiste, y luego vuelve sobre sus palabras.
Advierte que sin la enmienda vamos a seguir con linchamientos y problemas sociales que no resuelven nada. Hay personas que no logran acceso a la justicia en casos de violación o feminicidios y que nunca se detuvo a los culpables. Entonces, se busca hacer justicia a mano propia, y cuando se libera a un culpable, el asunto es que muy probablemente vuelva a cometer un ilícito.
CASO AYOTZINAPA
–Cuando le pregunto si las decisiones de la Suprema Corte han generado violencia, pienso en el caso de los 43 de Ayotzinapa. Los implicados confesos de su participación en la conocida como noche de Iguala fueron liberados por orden de un juez. Eso genera inconformidad, violencia.
Ese caso es mi asunto. Yo hice recomendaciones, pero no fueron escuchadas. Para mí hay asuntos que deben ir a instancias internacionales, a la Corte Penal Internacional, porque aquí no se van a resolver. El caso de los 43, los crímenes de lesa humanidad, deben ir a la Corte Penal. Hoy aquí podemos tener a varios involucrados, miembros del Ejército, de la Marina, miembros del crimen organizado. Si el caso se hubiera sometido a esa instancia, se hubiera resuelto.
Casos como el de Ruanda, de la ex Yugoslavia, se resolvieron en la corte. Se creó la Comisión de la Verdad, pero no fue suficiente. Se tenía que haber seguido con justicia transicional, y yo hubiera creado una fiscalía especial, pero que funcionara; una fiscalía especial para los delitos que no pueden esperar el trato normal. Esas fueron algunas de mis propuestas, porque junto con el 68 aún tenemos crímenes que juzgar que no se han resuelto”.
Por eso, la ministra advierte que la reforma, a la que entiende perfectamente, es una gran oportunidad. Por primera vez en la historia de México, la justicia va a estar en manos de los que van a integrar, con la decisión de la ciudadanía, el Poder Judicial Federal y a sus integrantes. La ciudadanía es la que va a dictar, la que va a elegir, la que va a decidir quiénes vamos a hacer justicia en este país, concluye la entrevista.
Vale la interrogante:
¿Loretta Ortiz… Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación?
Al tiempo.
clh