Javier Milei asumió este domingo la presidencia de Argentina, dio un diagnóstico sobre la maltrecha economía de ese país y sostuvo que este día daba por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive.

Refirió que ningún gobierno recibió una peor herencia como la que le tocó a él. “El kirchnerismo, que en sus inicios se jactaba de tener superávit gemelos, hoy nos deja déficit gemelos por 17% del PBI".

Destacó que la política monetaria actúa con un rezago de entre 18 y 24 meses, y aun cuando deje de emitir dinero, el país seguirá pagando los costos del “desmadre económico” del gobierno saliente.

No obstante afirmó que este será "el último mal trago para empezar la reconstrucción de la Argentina".

Acusó que le dejaron una inflación del 15 mil por ciento anual que va a luchar para erradicarla. “Este número, que parece un disparate, indica una inflación del 57 por ciento mensual. Hoy está entre el 20 y 40 para diciembre y enero. No hay otra solución que el ajuste".

De no atacar la situación, expuso que provocaría una pobreza arriba del 90% y la indigencia al 50%.

A pesar del daño a su país, indicó que no llega a perseguir a nadie ni a saldar viejas vendettas.

Indicó que su país entrará en un ajuste fiscal, que implicará un ‘shock’.

“Naturalmente eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo tan distinto a lo de los últimos doce años, el PBI per cápita ha caído 12%, en un contexto en el acumulamos 5000% de inflación. Por lo tanto, hace más de una década que vivimos en estanflación".

No obstante dijo que este proceso será "ordenado" y caerá "sobre el Estado y no sobre el sector privado".

Foto: especial

gse