Tehuacán, Pue.-La inseguridad que se registra en tramos carreteros, así como el asalto para despojar del recurso de la nómina a las empresas maquiladoras, realmente está afectando al sector, pues la incidencia delictiva ha provocado la disminución de contratos para la confección de prendas, ya que los clientes no quieren correr riesgos en traslado de sus prendas.

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaives) delegación Puebla-Tlaxcala, Agustín Mendoza Retif indicó que la inseguridad sigue afectando a este sector, en donde lamentablemente desde hace 3 años no se registra una disminución de los hechos delictivos en Tehuacán, pues siguen siendo víctimas de robo de mercancía y unidades en tramos carreteros, así como también asaltos para despojarlos de la nómina.

Mencionó que en lo que va del año se estima que han registrado entre 5 a 6 robos a empresas afiliadas a Canaive, pero en general podrían superar los 50 a esta industria maquiladora, que incluyen robo de mercancía o de nómina.

En lo que respecta al robo en carretera mencionó que ya todo el trayecto de Tehuacán a la Ciudad de México se ha convertido peligroso, pues han registrado robos en San Martín Texmelucan, saliendo de la autopista Cuacnopalan Oaxaca, entre otros, en donde las pérdidas económicas son elevadas.

Ejemplificó que tan solo cuando una unidad va cargada de 5 mil pantalones con un valor promedio de 200 pesos cada una, la pérdida económica para la empresa es de un millón de pesos, lo que realmente la desestabiliza financieramente, sobre todo para el pago de salarios, que es el gasto más fuerte que realizan.

Mendoza Retif manifestó que al problema que actualmente se enfrentan ante esta incidencia delictiva es que los clientes ya no quieren enviar trabajo a Tehuacán y lo están mandando a otros estados.

Agregó que aun cuando buscan a las empresas de esta ciudad para la confección de prendas, lamentablemente no se concreta la negociación porque los clientes quieren que estás absorban el riesgo, si se registra un robo, es decir que ellos paguen si la mercancía es hurtada; sin embargo, como fabricantes esta situación no les conviene.

Foto Yomara Pacheco

clh