“Cuando el mundo entero está en silencio, hasta una sola voz se vuelve poderosa” 

Malala Yousafzai

Por décadas las voces de las mujeres se han unido por la lucha de los derechos. Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, el cual está acompañado de festejos, en algunos lugares de nuestro México hasta festivales realizan,  sin embargo, no hay nada que celebrar, ya que esta fecha tiene como recuerdo la lucha de mujeres que nos antecedieron para que hoy podamos estudiar, tener un salario justo, desempeñar trabajos al igual que un hombre, tener cargos públicos, poder elegir a nuestros gobernantes, y no solo ser mujeres educadas para las labores de casa. Pero esta disputa no ha sido suficiente, puesto que debemos seguir luchando, hasta lograr una verdadera igualdad.  

Si bien, hoy día cada fémina tiene que agradecer la lucha de cientos de mujeres, esta lucha aún no termina. En diferentes partes de este país, aún hay discriminación, venta de mujeres como esposas y hay mujeres que son víctimas de violencia por parte del padre o madre, solo porque creen que las hijas son para conseguir esposo y ser las amas de casa perfecta. Son víctimas de golpes por hombres que supuestamente las aman y en algún momento prometieron protegerlas pero ahora son sus victimarios. Por ellas, todas las mujeres debemos de continuar con la lucha desde cada una de nuestras trincheras como guerreras, poderosas, fuertes, empáticas, porque debemos tener sororidad, y no violentarnos entre nosotras, tampoco quiero decir que las mujeres nos conviértanos en feministas radicales, que aporreemos hombres, no señoras, no señoritas, no niñas, solo debemos de luchar por una igualdad en esta sociedad que en pleno 2023, aún nos hace  víctimas de violencia. 

Desde aquí hago un llamado a todas las madres de familia, a que no formemos hijas que crean en cuentos de hadas y princesas, eso dejémoslo a la televisión, al cine, a los cuentos, a la ficción, es momento de formar mujeres seguras y con metas en la vida.

Pero, madres y padres también deben formar hombres con valores para que vean en la mujer una compañera, una persona al igual que ellos, ni más, ni menos, porque ese será nuestro legado, solo así en un futuro nuestra sociedad, podrá cambiar, y entonces la lucha de todas las mujeres como el ejercito que somos y hemos mantenido durante décadas, habrá valido la pena, y nuestra voz habrá sido escuchada. 

Foto www.pts.org.ar

clh