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Regreso a clases con manual anti balaceras en Oaxaca

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Los ataques con armas de fuego en las escuelas pueden ser el resultado de conductas, por acoso escolar, mal gestionadas o no atendidas por el personal que labora en las instituciones educativas
Buscar resguardo, que las y los alumnos realicen en ese momento actividades lúdicas para calmarse; así como hacer simulacros, son algunas de las acciones que las autoridades lanzaron en un manual para planteles en Oaxaca.
 
Dicho manual fue elaborado por el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) en colaboración interinstitucional y con apoyo de la Asociación Civil Solidaridad Internacional Kanda (SiKanda) y World Vision México.
 
Entre las ocho recomendaciones para el personal educativo de Oaxaca que se encuentre en medio de un tiroteo en una escuela aparecen: Tirarse al piso, boca abajo, con los brazos en los costados, lejos de puertas y ventanas, sin levantar la cabeza y mantener la calma y notificar a la brevedad al 911.
 
El Manual para la actuación frente a la portación y uso de drogas y armas en instituciones de educación básica de Oaxaca sugiere realizar simulacros en casos de tiroteo, ejercicios de entrenamiento e identificar la mejor forma de relación de la comunidad escolar para saber cómo actuar ante este tipo de situaciones. 
 
“En cuanto a los grupos delictivos, cabe destacar que éstos se han aprovechado de las situaciones de vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes, ya sea por sus características económicas, físicas, psicológicas, nivel educativo, género o edad, además del tratamiento legal que tienen para involucrarlos en actividades delictivas. Esto se da en el momento en que las y los reclutan y dotan de armas, para que sean ellos o ellas quienes realicen las labores que les encomiendan”
 
El uso de armas también se relaciona con la depresión u otros trastornos del estado de ánimo, ya que en algunas ocasiones los ataques con armas de fuego en las escuelas pueden ser el resultado de conductas, por acoso escolar, mal gestionadas o no atendidas por el personal que labora en las instituciones educativas, con base en la información del manual.
 
“Asimismo, existen situaciones extremas en las que una víctima, harta de las conductas de acoso, busca poner un alto o vengarse de su agresor. Estos casos, en donde la víctima de acoso toma acciones por su cuenta, están relacionados con sentimientos profundos de malestar emocional, tristeza y desesperanza. Por lo anterior, es importante que los centros educativos cuenten con los medios de apoyo o gestionen los mecanismos para la detección y atención de condiciones de ansiedad, depresión, acoso escolar, etcétera”, alerta. 
 
Frente a un tiroteo, el manual menciona que niños, niñas y adolescentes deben buscar el espacio más seguro, lejos del sonido de los disparos. 
 
Durante el evento, las niñas y niños menores de ocho años, en la medida de lo posible y sin dejar la posición de resguardo, deben realizar actividades lúdicas, como cantar o jugar adivinanzas, a fin de desviar la atención sobre el tiroteo; tranquilizar a quienes gritan, a los que hacen bromas o difunden rumores en el momento de la crisis y no permitir que los alumnos se asomen por puertas o ventanas, ni tomen fotografías o videos del suceso, pues representa un riesgo de contacto con los agresores. 
 
Después de la emergencia
 
El manual también plantea que, después de la emergencia se debe canalizar y dar seguimiento a los niños, niñas o adolescentes y/o al personal que haya sufrido lesiones o crisis emocional; evitar que niñas, niños y adolescentes o el personal educativo se acerquen al lugar de los hechos o alteren los indicios del delito; hacer el recorrido por las instalaciones y el recuento de los daños en cuanto a infraestructura y equipo se refiere, además de notificar a los padres, madres o personas tutoras del alumnado. 
 
Ante el hallazgo de drogas ilícitas, el manual indica que se debe notificar a la brevedad a las autoridades de seguridad pública más cercanas y al IEEPO. 
 
Así mismo dicta que debe resguardarse la droga encontrada mientras se presenta la policía, evitar el contacto directo a fin de no realizar acciones innecesarias o manipular la sustancia; coordinarse con la policía para el decomiso de la sustancia en el menor tiempo posible y realizar a la brevedad el acta de hechos para que todo quede redactado. 
 
En cuanto al consumo de droga, refiere que se debe llevar a la niña, niño o adolescente a un espacio tranquilo, seguro, cómodo o familiar, respetando en todo momento su privacidad sin mediar con amenazas y valorar si el estudiante requiere de asistencia médica y notificar a la madre, padre o tutor sobre lo sucedido. 
 
El manual recomienda manejar la situación con discreción y sugerir a la madre, padre o tutor realizar la canalización al servicio de salud más cercano o al Centro de Integración Juvenil para recibir atención especializada. 
 
De igual forma señala la prevención de conductas de riesgo en las instituciones de educación básica exige la capacidad de actuación del personal educativo que labora en las escuelas. 
 
 “Se deberá promover el contacto emocional, así, el primer contacto y las autoridades educativas deben mostrar empatía y receptividad hacia las necesidades de niños, niñas y adolescentes. Esto implica comprender la situación en la que se encuentra el niño, la niña o la o el adolescente, entender sus sentimientos y acciones, estableciendo una relación de respeto y confianza”, concluye. 
 
Qué medidas deben tomar en caso de un tiroteo
 
El manual para la actuación frente a la portación y uso de drogas y armas, del IEEPO es único en su tipo a nivel nacional y recomienda que, alumnos y maestros tomen en cuenta lo siguiente: 
 
  • Deben tirarse en el piso, boca abajo, con los brazos en los costados, lejos de puertas y ventanas. 
  • Deben buscar el espacio más seguro, lejos del sonido de los disparos. 
  • Por ningún motivo deben levantar la cabeza. 
  • Mantener la calma en todo momento es esencial. 
  • Notificar la situación a la brevedad al 911. 
  • Durante el evento, sin dejar la posición de resguardo, deben cantar a fin de desviar la atención sobre el tiroteo. 
  • Tranquilizar a quienes gritan, a los que hacen bromas o difunden rumores en el momento de la crisis. 
  • No permitir que los alumnos tomen fotos o videos del suceso. 
  • Escuelas deben realizar simulacros en caso de tiroteo e identificar la mejor forma de relación con la comunidad. 
  • Los planteles deben tener medios de apoyo y mecanismos para detectar y atender ansiedad, depresión y acoso escolar. 
En algunos municipios de Morelos, Sonora, Zacatecas, Baja California Sur y Puebla, primarias han Implementado simulacros de tiroteo. 
 
Foto: El Universal Oaxaca
LSM

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