Esto ante la situación provocada por la celebración de una boda con elementos nazis el pasado 29 de abril en la parroquia de Santa Cruz Tlaxcala.

 

Ranulfo Rojas Bretón reveló que por dicha misa la iglesia local recibió de parte de la Conferencia del Episcopado y de la Nunciatura, así como de comunidades judías, un informe al respecto y que fijara su posición, la cual, asentó, “es muy clara, es salvaguardar los derechos de la vida, de la libertad, del respeto y con conciencia de la historia”. 

 

Sin embargo, aseguró que no será aplicada ninguna sanción contra el sacerdote que ofició la misa, porque “no falla contra ninguna medida disciplinaria reglamentaria. Siento que es algo que pasa como sorpresa, no hemos valorado hasta dónde un sacerdote podría haber respondido y cómo”.

 

Consideró que situaciones como éstas también se presentan en la misma sociedad, “a veces nos rebasa la misma realidad y luego viene la legislación, entonces, no podríamos sancionarlo, con base en qué y qué tipo de sanción, sería una arbitrariedad nuestra”, de ahí que se ha pensado en un reglamento.

 

 

Rojas Bretón reveló que también se pidió un informe al sacerdote sobre lo que pasó, sobre si había previsiones, pero “es muy claro que en el templo no había ningún signo nazi, nada, solamente llegó el novio con dos otres más con ese uniforme, y lo demás fue aparentemente lo normal, en la fiesta no sabemos lo que pasó, si el salón social fue temático”. 

 

También confirmó que los contrayentes son originarios de Tlaxcala, pero descartó la anulación de la boda, pues ésta solamente puede declararse cuando hay impedimentos evidentes, cuando falla la forma canónica o cuando hay vicios de consentimiento, pero en este caso “no hay ninguna de las tres”. 

 

 

Foto: La Razón de México
LSM