Huejotzingo, Pue.- Tras 17 años de haber migrado a la Unión América en busca de una mejor calidad de vida, Lupita Ramírez, originaria de Huejotzingo, obtuvo la doble nacionalidad y regresó a México para demostrar que cuando hay compromiso se puede conseguir cualquier sueño.

Madre de dos hijas y empleada como  costurera en una factoría, Lupita volvió al país para poder abrazar a sus padres, a quienes no veía desde hace casi dos décadas, cuando salió de su Huejotzingo natal para buscar el “sueño americano”, que implicó el sacrificio de no ver a su familia.

Tras años de trabajo, logró sacar a sus hijas adelante y consiguió la doble nacionalidad que le permitió regresar a su tierra, dice mientras avanza hacia la parroquia de Huejotzingo, donde sus padres la despiden.

Lupita, quien radica en Passeic, Nueva Jersey, explica que para conseguir las cosas, se requiere sacrificio y compromiso y aseguró sentirse orgullosa se ser mujer, pero sobre todo, de su municipio y de su condición de migrante, ya que solo así pudo ofrecer a sus hijas una vida mucho mejor.

En este sentido, destaca que gracias a la colaboración con otros paisanos migrantes, logra mantener viva las tradiciones de su municipio, como el carnaval que realizan cada 5 de Mayo con otros miembros de su familia y vecinos.

Aprovechando el Día Internacional de la Mujer, hizo un llamado a las mujeres a no rendirse hasta alcanzar sus sueños, a dejar de sentirse menos y demostrar que aún en la adversidad se debe sacar la casta para defender sus derechos.

Asimismo, pidió a las autoridades garantizar la seguridad de las mujeres y niñas mexicanas, para evitar que sigan siendo violentadas, que garanticen la igualdad salarial y la apertura de espacios donde las mujeres puedan demostrar que, aun cuando no tiene la fuerza física de un hombre, son capaces de realizar actividades que se consideraban impensables para el género femenino.

fotografía Cecilia Espinoza

aj