Los inconformes exigían a las autoridades que les entregaran los cuerpos de algunos de los civiles que murieron en el fuego cruzado con el Ejército, así como conocer el paradero de habitantes, quienes finalmente coinciden con los que ahora están detenidos.

 

La apertura de la vialidad se dio de forma gradual pues en una primera instancia liberaron un carril del sentido a Puebla y posteriormente reabrieron los tres en ese mismo lado.

 

Aunque recibieron amenazas por parte del Grupo Antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes dijeron tener ordenes de liberar a como dé lugar la autopista, los pobladores no se retiraron hasta que una de sus comitivas que viajó hasta la ciudad de Puebla confirmó haber dialogado con personal de la SGG en Casa Aguayo.

 

 

Luego de que los pobladores se retiraron, personal de Caminos y Puentes Federales (Capufe) llegaron para realizar la limpieza del asfalto en el kilómetro 184 de la autopista, el cual presentaba restos calcinados de caucho a causa de la quema de llantas.

 

Aunque los pobladores regresaron a la junta auxiliar, en la zona permanece un clima tenso ante la presencia del Ejército y la Policía Estatal, quienes tienen sitiada la localidad donde se suscitó el enfrentamiento que dejó un saldo de cuatro militares y seis civiles muertos, así como nueve soldados y un policía estatal lesionados.