San Martín Texmelucan, Pue.- Por más de cuatro generaciones la familia Bravo mantiene viva la elaboración y venta de “los gallitos”, dulce de pepita de calabaza, que adornan los altares y ofrendas de la región de Atlixco durante la temporada de muertos.  

Ataviada con un mandil azul marino Margarita, integrante de la familia, aseguró que la elaboración de este dulce es algo más que un negocio ya que se ha convertido en toda un tradición heredada desde su bisabuela. 

El proceso para elaborar “los gallitos” es largo, ya que la pepita de calabaza se debe limpiar con ayuda de la ceniza de carbón, lo que permite retirar dos capas que evitan que la masa se amargue, esto requiere de 15 días.

Tras el retiro de las capas inicia el amasado con miel de azúcar el cual tarda tres horas. Después se hacen las figuras que miden desde los dos hasta los 20 centímetros.

Posteriormente empieza la creación de los adornos que llevará cada “gallito” y que son hechos con rollos de papel crepé o china, los que se cortan en tiras. Además se compra colorante para pintar masa, lentejuela negra y laminillas de baño de oro. 

El trabajo debe quedar concluido entre el 22 y el 24 de octubre, ya que a partir del 27 empieza la comercialización en mercados o casa por casa.

Ángela, madre de Margarita y quien tiene de 75 años de edad, recordó que desde los 20 años y con apoyo de su mamá aprendió a hacer el dulce. Hoy la receta pasó a sus 9 hijos y próximamente a sus nietos. 

Ahora espera vender cerca de 10 mil “gallitos” cuyos precios van de los dos a los 15 pesos, gran parte de ellos en su tradicional puesto afuera del Mercado Domingo Arenas de San Martín Texmelucan.