Explicó que debido al riesgo que representan, el primero de los templos previamente enlistado fue cerrado al público en general.

 

Sánchez del Razo dijo que los retablos dañados están sostenidos por maderas, para evitar su total desprendimiento.

 

Al respecto, dijo que se requieren trabajos de limpieza de los retablos, incluyendo quitar la polilla, en ese sentido, acotó que la aseguradora de Bienes Nacionales Propiedad de la Nación tiene que realizar el estudio de las afectaciones, aunque se está en la etapa de licitación del proyecto. 

 

Por último, el sacerdote dijo que desde aquel temblor se acercaron con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para pedir solución al problema, sin embargo, a cuatro años del incidente no han recibido apoyo.