Más de mil 500 personas marcharon en el municipio de Tlacotepec de Porfirio Díaz para protestar por el proyecto hidroeléctrico Coyolapa-Atzalan, a cargo del Grupo Ferrominera México (GFM).

Acusaron que para la obra no se pidió el consentimiento de la gente a pesar de que es un requisito legal para iniciar la obra.

La marcha fue anunciada desde el mes pasado por el Movimiento Agrario Indígena Zapatista (Maiz), Omar Esparza Zarate, quien definió la manifestación como el “Segundo Encuentro de Todas las Resistencias”.

La movilización inició en la comunidad de San Sebastián Tlacotepec, donde diversas organizaciones protectoras de los derechos indígenas recorrieron las calles.

Los asistentes acusaron que representantes de GFM han buscado acercamientos con la gente junto con funcionarios de la Secretaría de Energía (SENER) para dar a conocer su propuesta, pero que en todo momento han sido rechazados. Incluso señalaron que fue suspendida una reunión con el edil de Zoquitlán, Fermín González León.

Los manifestantes firmaron una petición para expresar su descontento por la hidroeléctrica que pretende aprovechar la caída de agua de los ríos Tonto y Huitzilac, que nace en la parte alta de la Sierra Negra. Anunciaron que el documento será entregado a las autoridades competentes.

Sobre el la situación social que se vive en el municipio, el gobierno de Tlacotepec de Porfirio Díaz solamente señaló que son autoridades federales quienes deben determinar la viabilidad de la hidroeléctrica.

Apenas el 17 de agosto, comunidades de esa parte del estado hicieron patente su rechazo a la planta de GFM.