El fiscal exigió esa pena, no solo por la manera en que se cometió el homicidio y fue tratado el cadáver, sino también por el temor que el ejecutor ocasionó a la sociedad de la isla.
Sus padres viajarán de Venezuela hasta la isla de Bonaire para entrevistarse con las autoridades e identificar el cuerpo hallado a fin de saber si pertenece al de su hija.