Las acciones se llevaron a cabo bajo el resguardo de la Policía Estatal y el Ejército quiénes se apostaron en la zona donde se ubicaban las perforaciones a los ductos.
Tras reunirse con funcionarios de la Secretaría General de Gobierno, los choferes lamentaron que tengan que ocurrir hechos como los que hoy vive el gremio para que las autoridades miren a Texmelucan.