En un ritual que mezcló elementos prehispánicos con máquinas y utensilios postmodernos, esta tarde fue sembrado en el centro de Huauchinango para dar inicio a la feria de la enchilada
Pidieron a Tláloc que durante el periodo de siembra no falte el agua para que exista buena cosecha, además, colocaron una ofrenda en lo alto del cerro.
La arqueóloga del INAH, Nohemí Tejero Castillo, recordó que en la región de Tehuacán el culto al Sol no era importante, sino a la Diosa de la Vía Láctea.