Los pagos ofrecidos por los ladrones de combustible son de hasta 500 pesos diarios por alertar sobre la presencia de la policía, mientras que por laborar como peones solo ganan 150 pesos.
El delegado estatal de la asociación de padres de familia en la región de Texmelucan, José Guadalupe Juárez Ortega, dijo que lamentablemente los menores se han inmiscuido en ese delito.
Con las Casas de Jóvenes en Progreso pretende darles capacitación y ayudarles a conseguir empleo, para evitar que se sumen a las filas de la delincuencia.