En un ambiente ancestral, invadido por esencias de mirra, copal e incienso, los paseantes recrearon esta práctica milenaria en la que el dinero pierde su valor.
Dicha fruta es muy aromática y de sabor dulce; contiene antioxidantes, minerales, proteína vegetal, fibra soluble, vitamina C, además que tiene alto contenido de agua
Del total de visitantes, al menos 800 de ellos son migrantes que actualmente residen y trabajan en Estados Unidos, pero que aprovechan para reunirse con sus familias.