Los afectados por la tormenta tropical en Huauchinango acusaron exclusión y la incorporación de personas que ya habían recibido una vivienda tras las lluvias de 1999.
Los propietarios calculan los daños en poco más de medio millón de pesos, pues las albercas, toboganes, áreas de comida y jardines fueron sepultados por los deslaves.
La entrega de despensas, cobijas y agua se ha politizado, a pesar que pobladores no han podido trabajar por colaborar en la limpieza del pueblo, señalaron algunos quejosos
Aunque descartó riesgos por los escurrimientos que dejó Earl en su estructura, la comisión aceptó que las lluvias pueden ocasionar desgajamientos en la zona.
A una semana del fenómeno meteorológico se consideran daños en 600 viviendas, por lo que continúa el censo para contar con una cifra exacta de daños en inmuebles