Con una gravísima osteoporosis por el poder, comenzaron a refunfuñar aquellas/os personajes que se oponen a que desaparezca la reelección y el nepotismo.
En estos tiempos, los liderazgos políticos tiran línea para que el rebaño entienda la ruta a seguir, aunque nunca faltará una oveja descarriada.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ya dejó en claro que está en contra de la reelección y nepotismo, sin importar la fecha de entrada en vigor de la nueva Ley.
El gobernador Alejandro Armenta Mier también puso los puntos sobre las íes: no a la reelección en Puebla.
Falta la aprobación de las iniciativas turnadas a la Cámara de Diputación, de ahí que exista una pregunta clave:
¿Por qué no han entendido que la lideresa nacional y el líder estatal se oponen a la reelección?
¿Usted cree que los apoyarían en las elecciones?
Quienes vayan por la reelección en 2027 o incurra en la figura de la dinastía será carne fresca para los depredadores de la oposición.
Sheinbaum ya lo advirtió: le irá muy muy mal a quién pretenda repetir o favorecer a un familiar en las elecciones del 2027.
El tema reelección y nepotismo (por más grados sanguíneos quieran ponerle) ya valieron.
Si en la práctica resultan cosas juzgadas, por qué todavía hay personajes como la senadora Lizeth Sánchez que afirma que al PT le vale y ellos promoverán la reelección.
¿Cómo se verá que Morena presuma no a repetir en los cargos con un aliado como el PT que sí recurre a la figura de la reelección?
Pues están jodidos.
Ya no importa quede todo para el 2030, los reelectos y nepotistas están condenados, por sus mismos liderazgos nacional y local.
Sheinbaum y Armenta, para ser más claro.
A otra cosa mariposas.
clh
