La pesadilla de los aranceles
El aumento de los aranceles para el aluminio y el acero podrían duplicarse y llegar al 50% para México y Canadá, mientras la industria automotriz de Estados Unidos prendió los focos rojos y en Puebla quebraría a decenas de empresas de la industria de la transformación.
El lunes, el presidente Donald Trump anunció aranceles del 25% sobre los dos metales para todos los países, sin excepciones ni exenciones, pero sobre México y Canadá ya pesa un 25% de tarifas impuestas sobre sus bienes para incitarlos a controlar la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo.
Si los tres países, unidos por el acuerdo comercial de América del Norte, no llegan a un acuerdo se sumarán los dos 25%, y el acero y el aluminio producidos por México y Canadá serán gravados en total con un 50% a partir del 12 de marzo, precisó la Casa Blanca.
En Puebla, hay por lo menos 88 empresas dedicadas a la transformación de acero que se verán afectadas por el alza de aranceles a las exportaciones que impuso Estados Unidos. La Cámara Nacional de la Industria de Transformación Puebla, explicó que el 90% de sus afiliados están adheridos a la industria metalmecánica y se verán afectados por esta medida del presidente Trump.
Además, habrá afectaciones para seis empresas afiliadas que trabajan con aluminio, y un 55 por ciento de las firmas del sector automotriz y de autopartes también trabajan con acero y/o aluminio.
Si se aplican el alza a los aranceles habrá reducción de la competitividad de la industria, se afectará a las cadenas de suministro, alza de los costos de producción, despidos y recortes salariales, entre otros efectos negativos para la economía poblana.
Por su parte, el CEO de Ford Motor Co., Jim Farley, viajó a Washington esta semana para advertir a los miembros del Congreso que los aranceles del 25% que el presidente Trump busca imponer sobre Canadá y México “arruinarían” a la industria automotriz estadounidense.
El impacto de los aranceles, que Trump puso en pausa por un mes, sería “devastador” para los fabricantes de automóviles estadounidenses, dijo Farley en una conferencia en Nueva York.
Expertos prevén que, si realmente se promulgan los aranceles, es probable que gran parte de esos costos se trasladen a los consumidores, que podrían ver los precios de los vehículos nuevos aumentar en 3 mil dólares por unidad, aproximadamente.
“Seamos honestos, a largo plazo, un arancel del 25% en la frontera con México y Canadá afectará seriamente la industria en EE.UU. como nunca hemos visto”, recalcó Farley. Ford está invirtiendo miles de millones para construir fábricas de vehículos eléctricos y baterías en las regiones de Tennessee, Ohio, Michigan y Kentucky. La implantación de los aranceles afectará en los balances futuros de la compañía.
Hay un mes para que la pesadilla de los aranceles se haga realidad o se verá la influencia de las empresas de Estados Unidos en el ánimo de Donald Trump, que busca más ingresos para su presupuesto, pero con una economía quebrada menos conseguiría sus objetivos políticos.
De las anécdotas
que se cuentan
En su primera gestión como presidente, Donald Trump, intentó en 2017 igualar los salarios de la industria automotriz de México y Canadá con la de su país, a 16 dólares por hora.
Los industriales le dijeron que eran imposible, porque eso generaría inestabilidad económica y afectaría sus negocios.
Trump escuchó y, en silencio, no insistió en su propuesta.
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