Chedraui se empeña en ser candidato de un partido que lo repudia

Lo que no ha logrado entender el empresario José Chedraui Budib, y quienes lo impulsan, es que si lograra obtener la candidatura de la 4T a la alcaldía de la ciudad de Puebla lo haría en un partido político en donde amplios núcleos de electores, del llamado voto duro de Morena, lo repudian, lo ignoran, por su falta de identidad con la izquierda y por su pasado priista vinculado al Grupo Atlacomulco. Esa condición lo coloca, desde ahora, con elevadas probabilidades de perder la próxima elección –si es que consigue la postulación– al no tener de su lado a todas las bases obradoristas de la capital.

Chedraui está demostrando que estar mucho tiempo en política no otorga ni madurez ni conocimiento político, pues este personaje actúa en el presente con la misma torpeza y soberbia con que se manejó en el sexenio anterior, cuando cría que solamente con exhibirse como un hombre rico y amigo del entonces presidente Enrique Peña Nieto –del que fue su recaudador de fondos para su campaña electoral– lo iba a colocar en el ánimo de los priistas del municipio de Puebla y en la candidatura a alcalde de la capital, proyecto que acabó en un rotundo fracaso.

Ahora hace exactamente lo mismo en Morena, creer que su poder económico y su relación con el gobernador es suficiente para ser aceptado en la 4T.

Eso explica la estrategia que se utilizó el fin de semana en la que se ofrecieron cargos públicos y presupuestos en el siguiente sexenio a un grupo de regidores, legisladores y dirigentes del PT, PVEM y de Nueva Alianza, para que fingieran que ya había un consenso y convencimiento de que Chedraui debe ser el abanderado morenista de la Angelópolis. Un exposición burda y artificial.

El viernes pusieron a grabar videos y redactar mensajes en sus redes sociales a Lizet Sánchez, a Jaime Natale Uranga y a Emilio Salgado Néstor, que son los dirigentes del PT, el PVEM y Nueva Alianza, respectivamente, para amagar que solo con Chedraui de candidato aceptarían una coalición con Morena.

El problema –para el empresario textil— es que estos personajes carecen de peso político. No los sigue nadie y según las últimas encuestas, representan a partidos políticos que tienen un pie dentro de la extinción, por tener una intención del voto inferior al 3 por ciento reglamentario.

El sábado se difundió en redes sociales que un grupo de aspirantes a la candidatura de la 4T habían declinado a favor de “Pepe” Chedraui. Un montaje burdo, porque de todos los asistentes ninguno es realmente una figura que esté peleando la postulación de la 4T. La mayoría de los que se tomaron la foto con el ex priista tal vez no ganarían ni la elección de la mesa directiva de su colonia.

La estrategia utilizada es que se les ofreció a los regidores Leobardo Rodríguez e Iván Herrera el poderse reelegir como miembros del Cabildo de Puebla. A la legisladora local Nora Merino Escamilla, que sería diputada federal. Y esa misma “zanahoria” se les mostró a los otros asistentes a ese encuentro con el textilero.

Es decir, solamente se hizo un montaje que de nada sirve para revertir el fuerte rechazo que hay contra Chedraui Budib.

Si realmente hubiera una lectura correcta de la realidad, el exfinanciero de Enrique Peña Nieto tendría que poner atención a tres lecturas políticas fundamentales:

Primera: este domingo hubo una marcha de núcleos importantes de la 4T dirigida expresamente a rechazar las aspiraciones políticas de “Pepe” Chedraui. La movilización tuvo varias peculiaridades relevantes.

Por única vez 5 corrientes fundadoras y de mucho peso político en Morena se han unido y han borrado sus diferencias para exigir que no se otorgue la candidatura a un hombre que representa a los vicios del PRI.

Aunque únicamente llegaron entre 3 y 4 mil asistentes, eso no quiere decir que no haya un repudio fuerte a la posible nominación de Chedraui. Es importante entender que no hubo acarreo ni presupuestos, como ocurre en otros actos políticos, para llenar la marcha. Los que salieron a manifestarse lo hicieron de manera espontanea y son las bases, los liderazgos, reales del movimiento obradorista en Puebla.

Hay una notable diferencia: Chedraui no reunió –el fin de semana– a más de 10 personajes de la 4T para decir que “ya todos están con él”.

Y los que salieron a la vía pública –el domingo– a decir que no lo quieren en Morena, fueron miles, sin contar con los muchos miles que en redes sociales también lo rechazan. Solo hay que revisar las encuestas –serias y reales– para detectar los alto negativos del empresario textil y su falta de afinidad con la izquierda.

Segunda: el comportamiento del candidato de la 4T a la gubernatura de Puebla, Alejandro Armenta Mier, es un factor clave de rechazo a Chedraui.

El abanderado llegó a unos metros del zócalo –ayer domingo— para indicar que por las restricciones legales no podía estar en la marcha contra Chedraui. Aunque fue cuidadoso y mostró mucha civilidad para no atacar al empresario textil, su asistencia a unos metros de la movilización manda el mensaje entre líneas de que: está de acuerdo con las demandas que se expusieron en la protesta.

Armenta podía haberse excusado de la marcha y justificar su inasistencia mediante un mensaje en redes sociales o un boletín de prensa. Sin embargo, el llegar a unos metros de la concentración contra José Chedraui, fue para respaldar a los que no quieren al ex priista en las postulaciones de Morena.

Tercera: ya hay dos grandes rebeliones de las bases de Morena contra el otorgamiento de candidaturas a priistas y panistas.

La menos intensa es en Mérida, Yucatán, con la probable postulación del clavadista olímpico y miembro de la derecha, Rommel Pacheco Marrufo, quien se perfila a ser el candidato de la 4T a la alcaldía de esa ciudad. Muchos morenistas ya amenazaron con no votar en la próxima elección.

Las más intensa es en Colima, en donde los principales liderazgos de la 4T le expresaron a Mario Delgado, el presidente nacional de Morena, la siguiente advertencia: “Si no hay dialogo, no hay votos”.

Chedraui y los que lo impulsan, a estas alturas, tendrían que entender: si postulan de candidato al empresario amigo de Enrique Peña Nieto, le están otorgando –desde ahora— el triunfo electoral al abanderado del PAN, Mario Riestra Piña.

clh