Gana Julio Huerta y pierde Ignacio Mier con el resultado de la encuesta de la 4T

El triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo en las encuestas que han definido a la candidata presidencial de la 4T, entre los seis aspirantes que participaron en el proceso interno de Morena, también deja en Puebla un saldo de vencedores y perdedores por dicho desenlace. Quien ha resultado triunfante es el exsecretario de Gobernación Julio Miguel Huerta Gómez, quien se coloca en la posibilidad de trascender al siguiente sexenio, ya sea como funcionario federal o con una importante candidatura a un cargo de elección popular.

Y a quien le asestaron un duro revés es al coordinador de los legisladores federales de Morena, Ignacio Mier Velazco, no tanto por la nominación de la exjefe de Gobierno de la Cuidad de México, sino por el fiasco que significó Adán Augusto López Hernández, el extitular de Gobernación, quien penosamente fue desplazado por el petista Gerardo Fernández Noroña en el proceso interno de Morena.

Este resultado mina las posibilidades de que Mier Velazco de ser el próximo abanderado de la 4T al gobierno de Puebla, pues su apuesta principal era que Adán Augusto López Hernández –como parte de un mismo grupo político— fuera quien negociara la candidatura del legislador poblano en el ámbito de la cúpula nacional del Partido de Regeneración Nacional.

López Hernández ha quedado en una posición política tan desmejorada que ya no le alcanzó ni para negociar la candidatura de su hermana, Minerva López Hernández, al gobierno de Tabasco, luego de que la semana pasada se colocó como puntero para obtener esa nominación Javier May Rodríguez, el exdirector de Fondo Nacional de Turismo, y quien es un acérrimo rival político de Adán Augusto López.

Quienes quedaron en una posición intermedia son el senador Alejandro Armenta Mier y la exedil de la capital Claudia Rivera Vivanco.

Ambos no son parte del primer círculo de Sheinbaum, pero mantienen cercanía con la aspirante presidencial y tienen a referentes nacionales que podrían acercarse a negociar, a promover, sus aspiraciones de ser el o la próxima candidata (o) a la gubernatura del estado de Puebla.

Al senador Armenta lo va a representar Ricardo Monreal Ávila, quien este miércoles en el anunció del resultado de las encuestas de Morena, se le vio irritado, poco efusivo e incluso crítico –al cuestionar “el aparato” político que se uso para promover a la exjefa de Gobierno–, pero al final le levantó la mano a Sheinbaum y abandonó la figura del “rebelde” de la 4T, que le había caracterizado en los dos últimos años.

Mientras que Claudia Rivera tiene como referente a Bertha Luján Uranga, la expresidenta del Consejo Nacional de Morena y madre de Luisa María Alcalde Luján, la secretaria de Gobernación. Las dos últimas están dentro de las alianzas que tejió Sheinbaum con cuadros importantes del movimiento lopezobradorista.

Mier: el pez por la boca muere

El pasado 30 de mayo, en el céntrico restaurante La Casa del Mendrugo, un tímido Julio Huerta, todavía como secretario de Gobernación y coordinador de campaña de Claudia Sheinbaum, reunió a directivos y columnistas de medios de comunicación de Puebla para anunciar una de tantas visitas al estado de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Un reportero le hizo una pregunta, que en realidad era como “una pedrada”, al decirle que Ignacio Mier que cada vez que le preguntaban por Julio Huerta respondía irónico, arrogante, que no conocía a ese personaje de la política local.

En el rostro de Huerta se vio una risa nerviosa y respondió que no iba a entrar en ataques. Que el trabajo político definiría las aspiraciones políticas de los actores de Morena en Puebla.

Un mes más tarde, Huerta dejó el cargo de secretario de Gobernación y se dedicó de tiempo completo a la campaña de Sheinbaum. En las dos siguientes visitas que tuvo la aspirante al estado de Puebla, hubo media docenas de actos públicos desbordados, que rebasaron en mucho al público programado.

Se sabe que en el equipo de Sheinbaum se calificó a Puebla como de los estados en los que hubo los mejores mítines, donde se registró el menor margen de incidentes y se tuvieron algunos de los actos más efusivos.

Con ese resultado quienes crecieron sus bonos en este bando, sin duda, son Julio Huerta y la exlegisladora local Vianey García Romero, quien fue la oradora principal y quien más cerca estuvo de la ahora candidata presidencial.

En contraste, los actos de Adán Augusto López en Puebla no fueron los mejores. En algunos medios de comunicación de Tabasco criticaron severamente al exgobernador de ese estado porque –el pasado 10 de junio– en Tecamachalco, la tierra de Ignacio Mier Velazco, un acto que estaba programado para 30 mil personas lució semivacío, luego de que miles de acarreados se marcharon enfurecidos de que los tuvieron horas esperando al exsecretario de Gobernación bajo los inclementes rayos del sol, de un verano en extremadamente cálido.

El equipo político de Mier se integró a las labores de proselitismo de Adán Augusto López Hernández y el resultado es catastrófico.

El extitular de Gobernación echó mano del Sindicato Petrolero y una larga lista de poderosos empresarios, muchos ellos contratistas de Pemex, para financiar y organizar una campaña que nunca despegó, y que acabó severamente cuestionada, por la sospecha de que líderes nacionales del PRI también habrían aportado capital económico.

De ahí es donde se desprende la sospecha de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, de que Alejandro Moreno Cárdenas, el presidente nacional del PRI, se comprometió a financiar la campaña de Ignacio Mier, en caso de obtener la nominación para competir por el gobierno de Puebla.

Al final, en el sondeo que levantó el Comité Nacional de Encuestas de Morena, colocó en la tercera posición a Gerardo Fernández Noroña, en la lucha por la candidatura presidencia de la 4T, desplazando a un penoso cuarto lugar a Adán Augusto López Hernández. Este fue el resultado más importante, de los cinco estudios de opinión que se levantaron.

En los otros resultados, en dos encuestas ganó López Hernández y en las otras dos, aunque hay décimas de diferencia entre ambos, prácticamente quedaron empatados Adán Augusto López y Fernández Noroña.

La diferencia es que Noroña no tuvo aportaciones millonarias, ni sindicatos apoyándolo, ni grupos políticos locales que lo recibieran en los estados. Por eso fue un resultado catastrófico para Adán Augusto López Hernández e Ignacio Mier Velazco.

 

clh