Nuevo mercado de Huejotzingo exhibe la corrupción e ineficiencia del gobierno de Alvarado
Las imágenes que se vieron, el pasado fin de semana, del mercado municipal Hermanos Serdán de Huejotzingo con grandes chorros de agua de lluvia en todo su interior por graves fallas en el techo, no es un hecho menor, sino forma parte de una larga lista de abusos y deficiencias que se cometieron en esta obra que tuvo una inversión de 55 millones de pesos y que apenas tiene cuatro meses haber sido inaugurada. Hay un tufo de posibles actos de corrupción que se traduciría en altos costos no justificados, una mala construcción y una pésima planeación.
Este mercado –que se debía haber construido desde hace 30 años– tiene la peculiaridad de que se ha inaugurado tres veces, ha sido protagonista de una lluvia de amparos de comerciantes excluidos en el reparto de espacios de venta y muchas reparaciones –en su corta vida– producto de fallas en su edificación.
La obra más importante de la alcaldesa de Huejotzingo, Angélica Alvarado, ha resultado ser un fiasco, que amerita una pronta y profunda investigación del órgano fiscalizador de recursos públicos.
El mayor cuestionamiento es que, desde hace un mes, ya se había puesto en evidencia la deficiencia del techo del mercado, que permite el paso de enormes chorros de agua de lluvia. Frente a esta deficiencia, hubo un mutis del ayuntamiento de Huejotzingo.
Tuvo que generase el escándalo de los videos del fin de semana, que algunos titularon con una precisa descripción “llueve adentro del mercado de Huejotzingo”, para que hubiera una reacción del gobierno local, ofreciendo una versión irreal del problema.
Según la autoridad local todo se debió a la acumulación de ceniza volcánica por la contingencia que hubo del Popocatépetl en mayo pasado, lo que provocó que se obstruyeran las canaletas de la techumbre, junto con la acumulación de basura.
Los comerciantes afectados ya habían revisado los techos y se percataron que el tamaño de las tuberías instaladas es de tamaño insuficiente, por lo que ante una intensa lluvia la red de canaletas no tiene la capacidad de retener toda el agua y eso provoca que se filtre al interior del inmueble.
El mercado en cuestión, aunque ha sido presumido por Angélica Alvarado como una de las obras cumbre de su gobierno, en realidad no lo inició la edil morenista. El proyecto lo arrancó su antecesor, el exedil priista Carlos Morales Álvarez, quien es el acérrimo rival político de la alcaldesa.
Morales construyó el primer tercio del enorme mercado, que es uno de los más grandes del estado. No le alcanzó el tiempo y el dinero para continuar con el proyecto, pero la parte que le tocó edificar se ha destacado por que, hasta ahora, no registra fallas como si pasa con el resto del centro de abasto.
Angélica Alvarado se obsesionó con querer superar la obra de Carlos Morales, por un asunto de rivalidad personal. Hace años ambos políticos eran parte de la misma corriente interna del PRI y había una estrecha colaboración. Ahora están enfrentados y los dos terminaron en la 4T, pues Morales Álvarez es el coordinador regional de la campaña de Adán Augusto López Hernández, uno de los aspirantes a ser candidato presidencial de Morena.
La presidenta de Huejotzingo construyó dos terceras partes del mercado Hermanos Serdán, que tiene 8 naves y se extiende en una superficie de una hectárea.
En octubre del año pasado, con bombo y platillo, el entonces gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta inauguró el centro de abasto Hermanos Serdán y el mandatario definió que con esa apertura se saldaba la espera de 30 años que tuvieron los comerciantes de la región para tener un centro digno de venta de productos populares.
En realidad, la obra dejó insatisfechos a los pobladores, al tener dos graves deficiencias: no estaba electrificada y le faltaba estar pavimentada la zona que está alrededor del inmueble.
Algo que llamó la atención es que, hasta la etapa de octubre de 2022, la obra reportaba una inversión de alrededor de 40 millones de pesos.
Luego de la pavimentación y la electrificación, el costo final se habría disparado hasta los 55 millones de pesos. Es decir, el presupuesto creció un 37 por ciento.
Un comentario generalizado, entre los comerciantes, es que no es creíble que costara más pavimentar los alrededores del mercado que levantar cada una de las naves del inmueble.
Finalmente, el mercado se volvió a inaugurar en marzo de este año, pero las polémicas y los problemas en lugar de reducirse, se incrementaron en torno al funcionamiento del sitio.
Algo que llamó la atención es que los locales más grandes, de unos 20 metros cuadrados, que tienen entradas en la parte externa e interna del inmueble, en un principio se habían fijado en dos millones de pesos su valor comercial. Con el paso de los meses, habrían acabado costando 4 millones de pesos, dinero que solamente pudieron erogar los vendedores mayoristas y que les generó un fuerte malestar que se duplicara el precio.
Muchos de los pequeños comerciantes que tenían muchos años vendiendo productos populares en el centro de Huejotzingo, acabaron excluidos del nuevo mercado. En cambio, llegaron nuevos locatarios.
Se tiene la percepción de que se benefició “a los amigos de presidenta”, dicen algunos de los afectados que recurrieron a la tramitación de amparos para que les respetaran el derecho de tener un espacio de venta en el nuevo mercado, que ha resultado ser un dolor de cabeza.