El PRD hace tambalear a la coalición opositora

La presentación de Carlos Martínez Amador e Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco como aspirantes a candidatos del PRD a gobernador y alcalde de Puebla, respectivamente, es un signo de alerta de que la coalición opositora –formada por los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Revolucionario Institucional— es un castillo de naipes que en cualquier momento se va a derrumbar y hasta ahora, nadie hace nada para evitarlo y buscar que subsista hasta la sucesión de 2024.

El “destape” que hubo –el lunes por la tarde– no fue un asunto menor, ya que el acto corrió a cargo de los principales líderes nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva y Jesús Ortega Martínez, quienes encabezan la llamada corriente de “los Chuchos”, que es la expresión perredista dominante –para bien o para mal— de los últimos 25 años.

Eso es una muestra clara que desde la cúpula de esta fuerza política se observa la pertinencia, por lo menos en el caso de Puebla, de que dicho partido compita solo en el proceso electoral que se avecina, en lugar de ir en alianza con el PRIAN.

Esta no es la única amenaza a la coalición Va por Puebla, el principal riesgo proviene del PRI, en donde una parte muy importante de la estructura de militantes y muchos líderes, incluidos legisladores, cabezas de sectores y dirigentes, están más interesados en negociar con la 4T, que mantener viva el frente opositor que surgió y fue exitoso en los comicios locales de 2021.

Los priistas actualmente se dividen en tres: los que siguen siendo fieles al tricolor, que según algunas estimaciones ya no son muchos; los que buscan alguna oportunidad de entrar a la 4T; y los que ya negociaron con Morena, ya sea por la vía del gobierno del estado o algunos de los aspirantes a la gubernatura, como son el senador Alejandro Armenta Mier y el diputado federal Ignacio Mier Velazco.

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El lunes de esta semana, el PRD se manejó en la dualidad de que, por un lado lanza su proyecto de competir solo y con sus propios candidatos, y por el otro dejó en claro que sigue dialogando con el PRD y el PAN para tentativamente repetir el frente opositor que funcionó hace un par de años.

¿A qué se debe que el PRD esté deslizando abiertamente la posibilidad de competir sin coalición en 2024? Tal parece que hay dos factores dominantes:

En primer lugar, el Partido de la Revolución Democrática se está jugando la supervivencia, pues si en la elección de 2 de junio de 2024 no aumenta dos o tres puntos porcentuales su votación en comparación de 2021, podría perder el registro como fuerza política nacional, luego de que, en los últimos tres años, en casi la mitad de los estados no logró superar el mínimo de sufragios.

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Algunas encuestas le han arrojado un resultado sorpresivo al PRD, parece que tiene más posibilidades de crecer electoralmente de manera individual, que en ir acompañado del PAN y del PRI.

En segundo lugar, un factor muy relevante ha sido el egoísmo y la soberbia que domina al PAN poblano.

Desde hace ya varios meses, tal vez ya un año, los dirigentes del PRI y el PRD han urgido –por separado– a la cúpula panista de Puebla que ya se defina las condiciones de una coalición opositora y un plan, una estrategia, para empezar a enfrentar el crecimiento electoral de la 4T.

Y hasta ahora, los principales líderes del PAN están más interesados en sus conflictos y divisiones internas que, en atender a sus aliados del PRI y el PRD, o en empezar a construir la alianza en contra del movimiento obradorista.

Los líderes priistas y perredistas ven con mucha preocupación que en la 4T ya están literalmente en campaña, aunque no tengan candidatos oficiales.

Alejandro Armenta lleva cuatro años recorriendo el estado.

Ignacio Mier tiene una promoción más intensa que muchas campañas electorales constitucionales.

Y otros aspirantes, como Julio Huerta, Claudia Rivera, Olivia Salomón, Gabriel Biestro, y próximamente María Luisa Albores González, la secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, están muy activos y presentes en las simpatías del electorado de todo el estado.

Algo que no ocurre con el bloque opositor, que está replegado y no hace nada para ganar simpatías adelantadas del electorado.

Otro asunto que desconcierta a los dirigentes del PRI y del PRD, es la soberbia y egoísmo panista.

El PAN ya desde ahora, de manera sutil o abierta, les sugiera a sus aliados que en 2024 las principales candidaturas, que son a gobernador, a alcaldes de la capital y la zona metropolitana, las diputaciones de los distritos más poblados y las nominaciones al Senado, serían principalmente para militantes panista o para empresarios ligados al Yunque.

Es decir, el PAN ya está en un plan de “agandallarse” las posiciones más relevantes y dejar a sus aliados como “convidados de piedra”, es decir solo viendo como el blanquiazul crece electoralmente.