Toda la política local empezó a girar sobre la posible candidatura de María Luisa Albores

La irrupción –la tarde del miércoles anterior– de María Luisa Albores González en la sucesión de Puebla provocó, en cuestión de horas, que la política local empezara a girar en torno a la posibilidad de que la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales se convierta en la candidata de Morena a la gubernatura del estado. Las reacciones han ido desde múltiples adhesiones de apoyo, de militantes y seguidores de la 4T, que ya trabajan para buscar que sea la abanderada en los comicios de 2024; hasta los que han empezado a ver a la funcionaria federal como la rival a vencer y al mismo tiempo, se alentó que se “destaparan” otros proyectos femeninos en la búsqueda de la nominación morenista.

De manera sorprendente, entre el miércoles y el viernes de la semana pasada, se iniciaron varios proyectos de recabar firmas de militantes de Morena, así como de académicos, activistas, estudiantes y ciudadanos de a pie que simpatizan con la 4T, para exigir al Partido de Regeneración Nacional que la candidatura a gobernador de Puebla se otorgue al género femenino y se postule a Albores González.

 

Esas reacciones se explican en mucho por el fuerte malestar que se ha venido gestando en la 4T –a lo largo de los últimos 8 meses— por un escenario en el que la sucesión se estaba
quedando solamente en manos de priistas.

Los dos únicos rivales que había, hasta la mañana del miércoles de la semana pasada, eran el senador Alejandro Armenta Mier y el diputado federal Ignacio Mier Velazco, en la disputa por la candidatura a gobernador. Aunque los dos personajes simbólicamente rompieron con el PRI, son figuras nacionales de las 4T y juran lealtad a Morena, en la práctica sus estructuras político-electorales están formadas principalmente por las facciones internas del Partido Revolucionario Institucional y están alejadas del universo de líderes del movimiento obradorista.

Aunado a que el Poder Ejecutivo –que también se supone es de extracción morenista— se ha poblado de priistas, que están controlando las principales áreas de gasto público. Esa condición ya generó una especie de co-gobierno entre el PRI y Morena, lo cual a la par ha venido produciendo un desconcierto y frustración, entre las bases obradoristas, de que esa situación se prolongue al siguiente sexenio.

--
 

Por eso la aparición de María Luis Albores en el plano electoral de Puebla de inmediato suscitó una reacción de jubilo, de esperanza, de adhesión, de muchos seguidores y militantes obradoristas que ven la posibilidad clara de que Morena postule un(a) candidato(a) que realmente provenga de la 4T y tenga la intención de impulsar un gobierno congruente con el movimiento.

Una muestra de los anterior es lo que ocurrió este fin de semana, en un acto proselitista de la ex edil de la capital, Claudia Rivera Vivanco, el cual acabó siendo un rotundo fracaso, por dos razones:

Primera: la ex alcaldesa cometió el grave error de no aclarar ni anticipar que el evento era para “destaparse” como aspirante a ser candidata de Morena a la gubernatura, y resulta que antes de iniciar el acto, muchas de las asistentes estuvieron firmando actas de adhesión al proyecto de María Luis Albores y en general, el entusiasmo que había en el encuentro, era en torno a la secretaria del Medio Ambiente y no hacia la ex edil.

. . .
 

Segunda: la asistente fue muy pobre pues, aunque los organizadores sostuvieron que habían llegado mil 300 mujeres, en realidad no había más de 600. Muchas de ellas se sumaron a las muestras de apoyo a Rivera, por dejarse llevar por la inercia del ambiente que dominaba, pero en realidad le apuestan más a la funcionaria federal como su abanderada en la contienda que se avecina.

Otra reacción que ha surgido, de preocupación y enojo, ha sido la de los primos Alejandro Armenta Mire e Ignacio Mier Velazco, que se sienten seriamente amenazados en sus proyectos electorales, a los que han invertido docenas de millones de pesos –de los que se ignora su origen—y saben que solamente pueden funcionar dentro de la 4T para poder ganar la elección de 2024.

Para nadie es un secreto que entre los dos contrincantes hay una relación de confrontación política y de odio personal, pero dicen algunas fuentes cercanas a ambos personajes, que no se debe descartar que la rivalidad conjunta que ya sienten hacia María Luis Albores lo haga abandonar sus diferencias y buscar unirse para no quedar fuera de la sucesión.

No sería difícil que los dos legisladores juntos o separados, pero con el mismo propósito, busquen en los próximos días un acercamiento con la cúpula nacional de Morena para intentar convencer que la postulación de Puebla debe ser para el género masculino, bajo la idea de que los primos, cada uno por su lado, ya construyeron estructuras electorales que garantizan un triunfo terso a la 4T en la lucha por la gubernatura.

La mayor dificultad que van encontrarse es que, mientras en 7 de los 9 estado, en que habrá elecciones de gobernador en 2024 ya prácticamente están definidos los candidatos de Morena, para el caso de Puebla la dirigencia nacional esta totalmente dividida.

Mientras Citlalli Hernández, la secretaria general de Morena, ya habría expresado abiertamente una opinión de que la plaza de Puebla debe ser para una mujer y preferentemente para María Luis Albores, el presidente nacional del partido, Mario Delgado tiene una posición contraria.

Delgado está sometido a los intereses de Adán Augusto López Hernández, el secretario de Gobernación, y el funcionario federal, a su vez, es el principal promotor de que el candidato de Puebla sea Ignacio Mier Velazco.

O bien, en su defecto, que sea Daniel Mier Bañuelos, la hija de Ignacio Mier, en caso de que se decida que para Puebla sea género femenino la candidatura a gobernador.