El fantasioso financiamiento de los espectaculares de Nacho Mier

La estrategia del morenista Ignacio Mier Velazco de plantar su imagen retocada –que lo hace ver joven y sin arrugas– en docenas de costosos espectaculares en carreteras, bulevares y avenidas altamente transitadas de la zona metropolitana de Puebla, en Atlixco y en San Martín Texmelucan, entre otros municipios, es un plan con un efecto positivo y uno catastrófico. Por un lado, eleva su popularidad y nivel de conocimiento entre la población, como parte de su intento de ser candidato de Morena a la gubernatura. Pero por el otro lo mete en un brete por la fantasiosa versión de que él es ajeno a esa propaganda y que no puso un solo peso para financiar su promoción.

Este asunto de los espectaculares mete en un grave problema a Mier por dos razones.

Primera: no es creíble la versión que ha difundido Mier, quien es el actual coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, de que la campaña de los promocionales la pagó la revista Central Municipal, que tiene una pobre presencia en Puebla. Y que él se limitó únicamente a conceder una entrevista –que no está firmada por nadie– a ese medio de comunicación que dirige Joel Ruiz Ramírez.

Si algo ha empezado a reflejar el proselitismo de Ignacio Mier es que ya cuenta con un importante financiamiento, que nada tiene que ver con la austeridad republicana de la 4T que pugna por frenar el dispendio y el dinero “sucio” en las campañas electorales.

Desde hace varias semanas el equipo de Mier Velazco ya cuenta con oficinas, con mucho personal y se han estado contratando a estrategas para hacerse cargo de diversas actividades proselitistas.

Un ex publicista del morenovallismo ha narrado que no hace mucho recibió una llamada del legislador para proponerle integrarse a su equipo de trabajo. El comunicador le pidió pensar la propuesta. A lo cual, el coordinador parlamentario de Morena le habría dicho, palabras más, palabras menos: “aceptas en este momento o ya no hay nada”. Al final accedió –según esa versión— por el atractivo pago que le ofreció.

Se dice que atrás de ese fuerte financiamiento a la campaña de Mier aparecen una serie de personajes que no son bien vistos en la 4T, pero que están interesados en “invertir” en un candidato que les garantice tener buenas relaciones económicas con el siguiente gobierno estatal.

Algunas especulaciones apuntan que los dos principales grupos inmobiliarios que controlan la zona de Angelópolis, con gigantes fraccionamientos y enormes torres, ya estarían integrados a la lista de “amigos financieros” de Nacho Mier, tal como le gusta que le llamen al legislador morenista.
 

Sobre todo, habría interés de un grupo de empresarios que tiene parado un proyecto de inversión de varios miles millones de pesos, porque no les han autorizado desde el gobierno federal el derribo de unos 180 mil árboles para levantar la nueva zona inmobiliaria de Angelópolis.

Y por ende, están interesados en alguien que abogue por ellos ante el gobierno federal, que en un par de ocasiones le ha rechazado la propuesta de arrasar con los bosques de Santa María Malacatepec, un junta auxiliar de Santa Clara Ocoyucan.

También se dice que podría estar atrás de la campaña de Mier las aportaciones del ex gobernador José Antonio Gali Fayad, quien desde que era mandatario buscó una puerta para entrar a la 4T y hasta ahora no lo ha logrado. Él siempre se dijo sin militancia partidista y al parecer, siente que se acabó su ciclo con el PAN y ahora busca afanosamente tener relaciones con grupos de poder de Morena.

La colocación de al menos 100 espectaculares con la imagen de Mier, cuyo costo mensual oscila entre los 25 mil y 50 mil pesos, de acuerdo con el lugar en donde se ubique el anunció, hace suponer que ya hubo un gasto mínimo de unos 10 millones de pesos, si se parte que esos anuncios llevan más de un par de meses instalados.

Ese gasto de 10 millones no lo hace un medio de comunicación, sin presencia en el estado de Puebla.

Segundo problema: resulta sorprendente que Ignacio Mier esté haciendo una campaña al viejo estilo del PRI o del morenovallismo, en donde él tuvo una importante participación. Y se olvide de algo fundamental: hay un rabioso Instituto Nacional Electoral (INE) que juega a descarrilar las campañas electorales de Morena.

En 2021, el INE derribó las candidaturas de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón Orozco, quienes eran los aspirantes a gobernador en Guerrero y Michoacán, respectivamente, por no reportar unos cuantos miles de pesos de sus precampañas.

En el hipotético escenario de que Ignacio Mier sea el candidato de Morena a gobernador de Puebla, ya le dio material suficiente al INE para que frene sus aspiraciones, bajo un aspecto fundamental: no es nada convincente su versión de que él nada tuvo que ver con la colocación de los costosos espectaculares.

Si a Salgado y Morón les anularon el registro como candidatos por problemas de gastos de precampaña que no rebasaban los 100 mil pesos, con los 10 millones de pesos que habrían costado los espectaculares con la imagen de Mier, el INE tiene elementos de sobra para hacerle pasar un mal rato a Morena y a “Morenacho”.