Purga de Movimiento Ciudadano contra los que se oponen a la reelección de Fernando Morales

Fernando Morales Martínez lleva cinco meses en que de manera indebida está frente al Partido Movimiento Ciudadano (PMC), ya que en mayo pasado se venció el último periodo de prorroga de seis meses para ostentarse como coordinador de la Comisión Operativa Estatal de esta fuerza política. Ante ese panorama pretende realizar una asamblea a modo, en diciembre próximo, para reelegirse por tres años más, sin importar que el estatuto del PMC ya no le permite seguir como titular del llamado instituto naranja.

Para ello, se ha dedicado en tiempo y alma en las últimas semanas a nombrar a nuevos comités municipales del PMC. Su estrategia es que a finales de noviembre próximo se convoque a una asamblea estatal, únicamente con sus incondicionales, y antes de llegar a la mitad de diciembre sea reelecto como coordinador, que es un cargo equivalente a presidente en otras fuerzas políticas.

Aunque es una maniobra que fácilmente puede ser impugnada ante los tribunales electorales, por transgredir las normas internas del partido, Fernando Morales busca jugarse su última carta para poder sobrevivir políticamente.

El hijo del exgobernador Melquiades Morales ya agotó todos sus recursos políticos. En el PRI –durante muchos años– fue parte de la burocracia federal, legislador, representante partidista en varios estados y presidente del tricolor en Puebla, siempre por influencia de su padre. En esa fuerza política ya se acabó su carrera. También fue parte esencial del morenovallismo, pero dicha corriente ya se extinguió.

Ahora quiere quedarse tres años más como cabeza del PMC para llegar a la sucesión gubernamental de 2024. Su objetivo es pactar con la fuerza política dominante y pueda saltar a otra posición en el siguiente sexenio. Esa ha sido siempre su dinámica, carente de lealtades o identidades partiditas.

El 16 de noviembre de 2021, mediante una copia simple que suscribió Juan Ignacio Zavala Gutiérrez, quien es el secretario general de Acuerdos de Movimiento Ciudadano, se dispuso concederle una prorroga de seis meses a Fernando Morales al frente de PMC en Puebla, misma que se venció el pasado 15 de mayo de este año.

Sin contar que el 20 de octubre de 2018, se realizó la Segunda Convención Estatal del PMC, en donde Fernando Morales quedó al frente de la Comisión Operativa Estatal del partido. Es decir, lleva exactamente cuatro años como cabeza de Movimiento Ciudadano, cuando el plazo reglamentario es de 3 años.

En términos legales ya no tendría que seguir suscribiendo acuerdos a nombre del partido, como convocar a una reelección de la dirigencia –siendo él juez y parte–, toda vez que ya excedió un año la culminación de su mandato como coordinador operativo del PMC y cinco meses de la última prórroga que se le concedió.

Ante esa situación por lo que ha optado es emprender una purga contra todos aquellos, dentro del PMC, que observen las graves faltas en que ha incurrido Morales Martínez.

El caso más celebre es el de Ernesto Guerrero Aguilar, quien fue dirigente estatal del PVEM y años más tarde, por invitación del propio Fernando Morales, llegó al PMC a operar el control del partido naranja.

Solo que Guerrero Aguilar buscó ceñir su trabajo a la legalidad del partido y eso provocó un fuerte distanciamiento con Morales Martínez.

Un tema delicado es que a decir de algunos actores internos del PMC, la gestión de Morales Martínez no aguantaría una auditoria interna al manejo de las prerrogativas de dicha fuerza política, pues dos terceras partes del dinero que llega no se estaría viendo reflejado en el trabajo oficial que se hace en esta agrupación partidista.

El 7 de septiembre de 2019, Ernesto Guerrero fue nombrado titular de la Secretaría de Acuerdos del PMC en Puebla, junto con los cargos de responsable de la Junta de Coordinación y de la Coordinadora Ciudadana Estatal de Movimiento Ciudadano. Es decir, llevaba la carga más pesada de la conducción del partido.

Desde entonces, fue ratificado cada año en esas responsabilidades. Siendo la última vez el 13 de febrero de este año.

Sorpresivamente cinco meses después de la última ratificación, Fernando Morales convocó el pasado 3 de junio a una sesión de la Coordinadora Ciudadana Estatal, que es órgano colegiado del PMC, para que se reuniera el 9 de junio de este año y destituyera a Ernesto Guerrero Aguilar, en lo que fue un acto violatorio de todas las reglas del instituto naranja.

La convocatoria a la sesión en cuestión, la hizo Fernando Morales de manera personal, sin darle participación a todos los dirigentes que debían intervenir.

Y el mayor atropello es que en el orden del día nunca se menciona la posibilidad de remover a Ernesto Guerrero.

Por si fuera poco, el llamado a ese encuentro nunca se comunicó oficialmente por los tres canales oficiales que obliga la normatividad del PMC.

Guerrero presentó un recurso ante la Comisión Nacional de Justicia Intrapartidaria de Movimiento Ciudadano para que se intente frenar la reelección y abusos de Fernando Morales.

La última palabra la tiene Dante Delgado Rannauro, el fundador y dueño del PMC.