Los informes de los ediles y alcaldesas son actos políticos, no de rendición de cuentas a la sociedad, dijo el gobernador Luis Miguel Barbosa ante Eduardo Rivera en el Centro de Convenciones.
Y lo mismo ocurre con los legisladores federales y locales, quienes echan la casa por la ventana para promover su imagen.
Los presidentes municipales entran al futurismo de la reelección o aspiración a otro cargo.
Todo radica en la audiencia que los acompañan. Si va la clase política entonces se allana el camino para lo que venga.
Si por el contrario se ausenta, entonces aquella autoridad está en graves problemas. Saludos, Norma Layón, de San Martín Texmelucan.
El gobernador acudió y estará en las 22 cabeceras municipales de Puebla, donde comprueba el apetito político, derroche de recursos y acarreo para quedar bien, aunque las condiciones de las comunidades estén para llorar.
Faltan recursos para obras, bacheo, alumbrado y demás servicios públicos, pero sobran los fondos para las ceremonias políticas de los ediles y alcaldesas.
Ni se diga de diputados y legisladoras.
Es la realidad de lo que ocurre en Puebla, y en todo el país, con autoridades más afectas a las selfies en redes sociales que en atender las crisis municipales.
Es lo que hay, nadie lo puede remediar.